Empezar de nuevo
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ahora, al
escribir la fecha, acabo de ver que hoy es 1 de septiembre. Me ha salido un…
“¡ufff, ya se ha pasado el verano!”. Si miramos hacia atrás, vemos que tantos
proyectos, ilusiones, viajes, descanso... ya han acabado y, ahora, tenemos por
delante una nueva etapa, un nuevo curso.
A mí me
gustaría saber qué voy a vivir, qué me va a pasar... si vamos a tener trabajo,
si las visitas del locutorio podrán reanudarse, si el invierno será muy frío,
si podré estudiar y escribir… En definitiva, tantas cosas que me planteo ante
el nuevo curso, y que me gustaría conocerlas para tenerlas controladas.
En cambio, nada
de todo esto está en mi mano, nada puedo prever, todo es un don de Dios. Desde
que nos levantamos, el poder desayunar, orar, trabajar, ir al colegio, asistir
a la Eucaristía, las tardes de actividades, el descanso, las reuniones en la
parroquia… todo es don. Todo se nos da gratuitamente. A nosotros se nos pide
que confiemos en el Amor del Señor que se renueva cada mañana.
Ahora es la
vuelta a lo ordinario, a lo sencillo. Jesús, cuando vivió en la tierra, quiso
una vida sencilla para Él durante treinta años. Vivió en Nazaret con María y José:
disfrutaría de la carpintería, de las comidas de María, de jugar con los
amigos, de ir a la sinagoga a orar… de tantas y tantas cosas sencillas. Porque
en lo sencillo está Dios.
Muchas veces
nos cuesta ver al Señor porque queremos verle en algo grande y extraordinario.
Es verdad que alguna vez está ahí, pero donde seguro está es en lo sencillo y
humilde. Porque nuestro Dios es un Dios muy humilde, hasta el punto de quedarse
con nosotros, para que nunca más sintamos que estamos solos.
La belleza de
lo sencillo da una paz que no encuentras en otras cosas. Cuanto más sencillo de
corazón seas, más verás a Dios.
Hoy el reto del
amor es empezar este nuevo curso con ilusión, pidiéndole al Señor descubrirle
en todo lo que nos toque vivir. No importa dónde vamos, lo que importa es con
quién vamos. Cada mañana di: ¡todo, menos perder a Jesucristo!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
Fuente:
Dominicas de Lerma