El 12 de cada mes, miles de personas de todo el país rezan por el fin del aborto y de la eutanasia
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Dominio público |
Familias
y principalmente jóvenes se reúnen junto a la icónica bandera para rezar frente
a una imagen portátil de la Virgen los cinco misterios del rosario por
cinco intenciones concretas, recogidas en su página web:
“Por la conversión de España; por el fin del aborto y
las leyes contra la familia -desde hace poco añaden la eutanasia-; la
unidad y la paz del país; por que todos tengan su sustento y
por el clero español”.
Y
no solo en Madrid. De Vigo a Cartagena pasando por Málaga, Cáceres, Murcia o
Toledo, este mes se ha rezado de forma simultánea en las 22 localidades
de toda España.
El rosario, clave para revertir una crisis
global
“España
está pasando por una situación muy grave a todos los niveles, desde
lo moral y espiritual hasta lo político y económico” afirma el coordinador de
Madrid, Ángel Luis Romero. “Como católicos, sabemos que lo que un día nos dijo
San Antonio María Claret es cierto: `en el rosario está cifrada la salvación
de España´”.
Confiado
en la oración, el madrileño valora que de todas las formas posibles de
enfrentar esta crisis, la oración es la más acorde y necesaria
a las circunstancias. “Es tan importante que puede mover los corazones de la
sociedad e influir en la política, en la economía… Dios ha dado libertad
para actuar, pero como católicos sabemos que la oración es muy importante y
`mueve las almas´” afirma citando a San Josemaría.
Todos
los meses acuden decenas de personas a cada una de las localidades
donde se reza, algunos de ellos llevan haciéndolo durante años sin faltar
en ninguna ocasión.
El
coordinador comenta que incluso los que no pueden asistir a una cita, lo rezan
en el lugar en el que se encuentran. “De alguna forma sabemos que la oración no
es el lugar sino el propio hecho de rezar”. Pero la continuidad, comenta, es lo
general. “Los asistentes perseveran porque es gente que cree en el poder del
rosario y aman a su país. Todo eso se junta y la oración es la forma en que
se convencen para perseverar”.
Javier
es uno de ellos. A sus 28 años, lleva cerca de 3 años acudiendo puntualmente a
la cita porque “España está más necesitada que nunca de oraciones, ya sea por
lo social, lo político o lo religioso”, coincide con el organizador. “Al final
una dimensión no se puede separar de la otra y por eso hay que rezar. A día de
hoy hay pocas iniciativas de este estilo que recen por España, qué
mejor que hacerlo de forma pública, en mi caso, en Madrid, o en el de
cientos personas que lo rezan fuera de Madrid”.
El amor a la Virgen, motor de la iniciativa
La
coordinación del rosario por España se remonta para Ángel Luis siete años atrás
y la recuerda como una bonita historia junto a María.
“Dios
y la Virgen me han llevado a ello. Me contaron que existía este rosario en
Colón, cerca de mi trabajo, pero nunca tenía tiempo. Pasaban los años y nunca
llegué a ir, hasta que supe que el coordinador que estaba tenía que dejarlo y
buscaban a alguien que lo llevase. Me lo propuso un sacerdote y después de
mucho dudar, empecé y hasta ahora. Yo no quería, pero de repente
empecé. Dios y la Virgen me han llevado a ello”.
Mar,
de 17 años,
es una de las asistentes de menor edad. Comenzó el año pasado y acude a rezar
siempre que las clases se lo permiten. “Vengo porque creo que España lo
necesita más que nunca. Por muchos motivos, por unos gobernantes que no
hacen un buen uso del poder que tienen, por todos los que tienen problemas o
por todos los niños que son abortados cada año en España”.
"No hay edad para rezar", pero
abundan los jóvenes y casados
Pese
a que “viene todo tipo de gente”, Ángel Luis comenta con ilusión
cómo cada vez se reduce más la media de edad. “Me alegra mucho. Se supone que
lo normal es que vaya la gente más mayor que suele ser más piadosa. Y vienen,
pero me anima que venga tanta gente joven, desde familias y solteros a
estudiantes y casados con sus hijos, algunos de ellos bebés. Es muy bonito,
porque al final, no hay edad para rezar”.
Uno
de los problemas de la oración en público es que no permite la comodidad o
seguridad de un hogar. Preguntado por situaciones adversas, Ángel Luis solo
encuentra una. “A veces el tiempo. Pero es curioso que muchas veces en
tiempos de lluvia, antes de salir, rezo a la Virgen y en casi todos
los rosarios que recuerdo, no llueve al llegar”.
"Gente que se acerca, reza y se va"
“Problemas
nunca hemos tenido. Hay gente que pasa y mira, alguno se ríe, pero la mayoría
de situaciones han sido bonitas: gente que se acerca, se pone a rezar
sin decir nada y se va. Otros que nos preguntan y se quedan para las
siguientes veces… No podemos hablar de una mala situación, todo lo contrario”.
Si
recuerda, en alguna ocasión, las risas y burlas de los peatones. “Después de
haber leído a mártires y santos, que nos miren y enjuicien casi que nos da
hasta fuerzas. A mí me reafirma en que lo que estoy haciendo está bien, y
pienso que estoy haciendo una cosa por Dios que el mundo no quiere. No
me amilana ni me hace pensar, todo lo contrario”.
Perseverar en la oración sin esperar resultados
Bárbara,
estudiante de Historia, destaca del Rosario "la comprensión de
nuestro país como tierra de María. ¿Qué mejor expresión de ello que rezar
el rosario públicamente, perdiendo el miedo a expresar libremente el
amor a la Virgen?" se pregunta. "Poder hacerlo en comunidad, no
de forma aislada, es lo que más valoro".
Más
allá de la propia gente que va, Ángel Luis destaca que muchas veces, con la
oración, los frutos son al cabo de mucho tiempo. “Ahí tenemos el ejemplo de
Santa Mónica. Nosotros tenemos que perseverar en el rosario, para que
Dios salve a España. Pero si Él quiere hacerlo o no, es cosa de Dios y sabe
cómo tiene que hacer las cosas. Lo hacemos con fe, sin esperar
resultados. La oración siempre produce buenos frutos, y el tiempo
es solo de Dios”, concluye.
La
gente comienza a irse. Los más jóvenes se van a cenar, las familias a sus
hogares y Ángel Luis se despide de los asistentes junto a Marta, su mujer:
“Esperamos veros el mes que viene”.
José María
Carrera
Fuente: ReL