Desde la reacción de Juan Pablo II a la invasión norteamericana de 2001 luego del atentado a las Torres Gemelas, hasta la actual preocupación del papa Francisco por los talibanes
![]() |
Jeffrey Bruno | Rogelio A. Galaviz C./Flickr CC by NC 2.0 | Antoine Mekary |
Emblemáticas
han sido las imágenes que muestran el caos y la desesperación de los afganos
tras la entrada de los talibanes a Kabul. Gente que incluso colgaba en la
escalerilla de abordaje de un avión evidencian el drama humanitario.
Los
talibanes han prometido «un gobierno inclusivo islámico”, sin venganzas o
persecuciones, sin embargo masas enteras -hombres, mujeres, ancianos y
niños- escapan de sus hogares.
Precisamente,
el papa Francisco está preocupado por la situación en Afganistán y reza por la
paz “para que cese el estruendo de las armas y se encuentren soluciones en la
mesa del diálogo”. (Ángelus 15.08.2021).
Además ha manifestado su dolor por “la atormentada población”.
Juan
Pablo II y la primera guerra civil afgana
Los
últimos tres papas han gritado sus llamamientos por la paz y por la solidaridad
a favor de Afganistán.
El
papa Juan Pablo II hace 40 años ponía el énfasis en la caridad cristiana
necesaria para acoger a los refugiados de ese país. En esa época un grupo de
familias que escapaban de la llamada “guerra afgano-soviética” (1978-1992)
fueron acogidas en Ladispoli, Italia.
“Vuestra
presencia nos recuerda, a nosotros y al mundo, a todos vuestros compatriotas en
casa, así como las aspiraciones suyas a un futuro que ofrezca libertad y
justicia y se exprese en la paz” (Audiencia General, 24.03.1982).
Juan Pablo II reza por una solución justa
El
año siguiente, el Papa polaco realiza un llamamiento por Afganistán en Navidad.
“Nuestros pensamientos van también a las numerosas víctimas […]en Afganistán,
donde toda una población sufre desde hace cuatro años” (28.12.1983).
En
febrero de 1986, las agencias internacionales informaban que la guerra en
Afganistan, con protagonismo del líder soviético de Mikhail Gorbachov, que
había producido migraciones masivas y a Kabul llegaban la mayoría de refugiados
del conflicto.
Un
mes después, Juan Pablo II invitó a todos los católicos y a los hombres y
mujeres de buena voluntad a unirse en su oración “para que Dios asista, sobre
todo, a quienes son víctimas inocentes”, y encontrar una solución pacífica:
”¡Domine, dona nobis pacem!”. (16.04.1986).
El 11 de septiembre de 2001
Los
ataques del 11 de septiembre a las torres gemelas del World Trade Center de
Nueva York marcaron el inicio de la llamada «guerra contra el terror”.
Juan
Pablo II recordó un año después el “cruel atentado, arrastrando en su
ruina a muchos hermanos y hermanas nuestros inocentes”. Palabras que incluían a
la población afgana ajena al atentado y sujeta a una nueva invasión.
“Al
cumplirse un año desde el 11 de septiembre de 2001, repetimos que ninguna
situación de injusticia, ningún sentimiento de frustración, ninguna filosofía o
religión pueden justificar semejante aberración” (11.11.2002).
Afganistan
se vuelve en objetivo militar norteamericano. Al-Qaeda, liderada por Osama Bin
Laden en Afganistán, lleva a cabo el mayor ataque terrorista jamás realizado en
suelo estadounidense.
Juan
Pablo II rechaza el terrorismo: “El terrorismo es y será siempre una
manifestación de crueldad inhumana, que, precisamente por serlo, nunca podrá
resolver los conflictos entre seres humanos”, Juan Pablo II (11.11.2002).
“Cuando
se violan los derechos fundamentales es fácil caer en las tentaciones del odio
y la violencia. Es preciso construir todos juntos una cultura global de la
solidaridad, que devuelva a los jóvenes la esperanza en el
futuro”.
Juan Pablo II impulsa la reconstrucción de Afganistán
La
Iglesia Católica se moviliza en la misión de reconstruir Afganistán. Mons. Paul
Josef Cordes, Arzobispo Presidente del Pontificio Consejo «Cor Unum”, gestionar
la relación con las instituciones humanitarias internacionales en Ginebra
(2002).
Catholic
Relief Services (CRS) y la German Diakonisches Work llevan a cabo esa labor.
Organizaciones musulmanas también colaboran con la Iglesia en el lugar.
La
denuncia de la iglesia es que las infraestructuras básicas que conciernen la
educación y la salud son pobres. Los recursos hídricos escasean perennemente en
la región. Gran parte del sistema hídrico ha sido destruido durante el
conflicto. Al respecto, Benedicto XVI y Francisco han recogido este legado
misionero.
Benedicto XVI
El
17 de febrero de 2009. El presidente estadounidense, Barack Obama, aprueba un
aumento importante en el número de tropas enviadas a Afganistán.
Al
comienzo del 2009, el Papa Benedicto XVI dirigió su pensamiento “a los que han
sufrido “a causa de sangrantes conflictos nacionales o regionales o de
atentados terroristas que han sembrado la muerte y la destrucción en países
como Afganistán, India, Pakistán y Argelia”.
“No
obstante los muchos esfuerzos realizados, la tan deseada paz todavía está
lejana. De cara a esta constante, no hay que desanimarse ni atenuar el
compromiso a favor de una auténtica cultura de paz, sino, por el contrario,
redoblar los esfuerzos a favor de la seguridad y el desarrollo”
(8.01.2009).
El
papa Benedicto XVI apoyó a los soldados de las la Fuerza Internacional de
Asistencia a la Seguridad (ISAF) destacadas en Afganistán, el mismo día en que
llegaban a Roma los cadáveres de seis soldados italianos que murieron en un
atentado en Kabul durante una misión de paz.
“En
estos días, la noticia del gravísimo atentado en Afganistán contra algunos
militares italianos me ha provocado un dolor profundo” (Ángelus
20.09.2009)
Benedicto
XVI ha renovado su aliento “a la promoción de la solidaridad entre las naciones
para contrarrestar la lógica de la violencia y de la muerte, favorecer la
justicia, la reconciliación, la paz y sostener el desarrollo de los pueblos a
partir del amor y dela compresión mutua, como he escrito recientemente en mi
encíclica Caritas
in veritate (cf. n. 72)” (ídem).
Papa
Francisco
Afganistán no
solo ha sido zona de guerra, también escenario de calamidades. En este sentido,
el papa Francisco manifestó su dolor por el terremoto del 26 de octubre de 2015
que sacudió Afganistán y Pakistán, de magnitud 7,5 grados: murieron 360
personas y más de 2100 quedaron heridas.
Y a través de
varios mensajes ha impulsado los diálogos de paz, con intervención de la
comunidad internacional, para ahorrar más sufrimientos a la población civil y
evitar víctimas en masacres o atentados (07.07.2019). Igualmente
ha pedido por la dignidad de las niñas y jóvenes que también han sido atacados
por los talibanes solamente por el simple hecho de ir a estudiar y frecuentar
una escuela.
Por último, en
estas horas oscuras, cabe recordar la oración sencilla y directa del Papa
Francisco: «Y que Dios conceda paz a Afganistán«. (Regina Caeli, 9.05.2021).
Ary Waldir
Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia