Estrellas fugaces
![]() |
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Normalmente,
después de completas (la oración que cierra el día) nos vamos cada una a
nuestra celda. Pero, de forma espontánea, como coincidía con las fechas de “las
lágrimas de san Lorenzo”… unas cuantas nos animamos a ir a ver la lluvia de
estrellas.
Unas mirando
hacia un lado; otras, hacia otro, no nos habíamos informado de cómo sería este
año. Nos pareció ver una, ¡cómo se movía! pero resultó ser un avión; otras
vimos algo pasar rápido, pero dudábamos si era un bicho o una estrella rápida…
estábamos desanimadas, ¡no veíamos nada!
Cuando, de
repente, caímos en la cuenta de que estábamos tan centradas en pretender ver
las estrellas fugaces, que no reparamos en admirar el cielo estrellado tan
impresionante que teníamos encima. Era una noche muy bonita, se veían
perfectamente las constelaciones y empezamos a admirar lo que teníamos.
Me di cuenta de
cómo puede cambiar una situación dependiendo de la mirada. La tristeza del “no
puedo ver” o la alegría del “veo…”. Cuando vivimos en acción de gracias, el
corazón se ensancha, se llena de alegría.
Muchas veces
buscamos la “estrella fugaz” en esa situación y nos centramos en ello. Sin
embargo, nos perdemos las Estrellas que el Señor nos pone al caminar: esa
persona que te escucha, la ayuda inesperada, la paz en el corazón, el plato de
comida, tener una familia…
Vivir en acción
de gracias no solo te llena de alegría sino que también te hace ver al Señor
cuidando de ti, velando por todo a lo largo del día. Desde que entramos en el
Monasterio es algo que hacemos cada día: al orar por la noche nos preguntamos
“¿Dónde he visto al Señor?”. Y es de ahí de donde sale el reto, de mirar el día
desde la acción de gracias hasta en lo más pequeño.
Hoy el reto del
amor es que pidas al Señor ojos para verle a lo largo del día. Cuando vayas a
ir a dormir, repasa el día desde el “sí”, en acción de gracias y descubrirás
que Cristo está vivo y te ama; que en tu cielo hay muchas más estrellas de las
que imaginabas.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
Fuente:
Dominicas de Lerma