Muere Joan Hunt, católica y fundadora de Cudeca, apasionada de cuidar a los moribundos
![]() |
Joan Hunt, el "ángel de los paliativos" |
En
1990, el británico Fred Hunt, jubilado retirado en Andalucía, en la Costa del
Sol, moría de cáncer. Su esposa Joan descubrió durante los últimos días de
su esposo los cuidados paliativos. En esa época eran escasos, apenas
incipientes en Andalucía y España. Al enviudar, Joan decidió volcarse en
fomentarlos.
En 1991, viuda,
expatriada, casi sin conocer el idioma, puso en marcha la asociación
Cuidados del Cáncer (Cudeca), una
entidad que ha atendido a 16.238 enfermos terminales, con un equipo que
hoy recorre 83.000 km anuales en visitas a pacientes que se acercan al final de
su vida.
Joan falleció
el pasado 24 de junio de 2021, con 92 años, un día antes de entrar en vigor la
ley de eutanasia en España. Muchos en Andalucía han recordado su vida dedicada
a ayudar a muchos a morir bien, con buenos cuidados, sin eutanasia. Muchos
parroquianos la recordaron y rezaron por ella en su funeral católico, en
la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Fuengirola.
6 años
ingresada, una Guerra Mundial y sin familia
Joan Hunt nació
en una familia católica de Liverpool (Inglaterra) en 1929. Sus
padres, irlandeses y fervientemente católicos, tuvieron 9 hijos, de los
que fallecieron todos excepto la propia Joan.
El dolor y
la enfermedad fueron una constante en su vida. Con tan solo dos años, una
artritis séptica le produjo una cojera y daños irreversibles en
la cadera, varias operaciones y una larga hospitalización hasta
que cumplió los seis años.
Poco tiempo
después estalló la Segunda Guerra Mundial y su madre, para ponerla a salvo,
decidió enviarla al campo con sus tíos y primos para alejarla de los
bombardeos. Con 16 años, recién concluida la Guerra, su madre falleció y
tuvo que sacar adelante a toda la familia pese a sus problemas de salud y
movilidad.
Directiva y
empresaria de éxito con 14.000 empleados
Había recibido
algunas clases de contabilidad y mecanografía, lo que le permitió comenzar
a trabajar en una empresa familiar de artículos de piel y cuero. Aquel primer
empleo le abrió las puertas, más adelante, de la multinacional de pinturas
Berger Paints, donde ocupó puestos directivos y tuvo a más de 14.000
empleados a su cargo. Con poco más de 30 años, se casó con su novio
Fred.
Pasaron los
años. Una vez jubilados y con una buena situación económica, se instalaron en
España, en la Costa del Sol (Málaga). Y un tiempo después a Fred le
diagnosticaron un tumor cerebral.
Donativos en
lugar de flores para honrar a su esposo
La Opinión de Málaga recoge la forma en que el matrimonio enfrentó la
enfermedad. “Nos sentíamos totalmente perdidos y desamparados. Estaba
sola con él y no encontraba ayuda por ningún lado. Todo fue muy
traumático”.
La
doctora Marisa Martín, de la unidad de cuidados paliativos de la Cruz
Roja, atendió a su marido en sus últimos días. “A partir de ahí, tome
consciencia de que mi marido iba a morir, pero con los cuidados que
necesitaba y sin dolor”.
Cuando Fred
murió, tras su funeral, Joan pidió a sus amigos y familiares que le entregasen
donativos en lugar de flores, para poder comenzar alguna obra de caridad
en memoria de su esposo.
"Costara
lo que costase": pionera en cuidados paliativos
En 1990, Cruz
Roja y la Asociación Española Contra el Cáncer eran pioneros en
el desarrollo de cuidados paliativos y domiciliarios, pero sus medios no
estaban asentados en todo el país. Fue entonces cuando Joan Hunt se
puso en contacto con Marisa, la doctora de Fred.
Joan le dijo
que había tomado la decisión de dedicar su vida a mejorar la
atención a los enfermos con cáncer terminal, y que quería contar con
ella.
La doctora le
explicó que lo que Joan estaba intentando desarrollar era un centro de
cuidados paliativos profesionales, algo prácticamente insólito entonces en
España.
Prácticamente
sola y sin conocidos, con pocos ingresos y sin saber casi español, se
propuso ser una de las pioneras de los cuidados paliativos en España.
"Decidí ir a por el primer centro. Costase lo que costase, y tomándome el
tiempo que tuviese que tomarme”, declararía luego Joan.
1.500 personas
atendidas gratis cada año
Marisa y Joan
tenían experiencia en el campo de la gestión y la sanidad, pero necesitaban
aumentar el equipo. Pronto, Susan Hannan y el abogado Ricardo Urdiales se
unieron a la iniciativa, que ahora dirigen.
En 1992,
Cuidados del Cáncer quedaba constituida y comenzaba su labor asistencial entre
los pacientes terminales. La gratitud de la mujer británica fue inmediata. “Nos
sentimos privilegiados de poder aliviar, cuidar y acompañar a los
pacientes y sus familias hasta el final, y nos comprometemos a seguir
haciéndolo con el soporte de la comunidad”, afirmó. Desde ese momento, su lema
sería el que guaría la vida y pasos de Hunt: "Aunque no podamos añadir
días a la vida, queremos añadir vida a los días".
Desde entonces,
la fundación de Hunt ha sido pionera en un modelo de cuidados paliativos
gratuitos y de la mejor calidad, del que se han beneficiado decenas de miles de
personas. 1.500 personas con cáncer y enfermedades avanzadas son
atendidas cada año, través de los programas de atención a
domicilio, consultas externas, rehabilitación, asesoramiento asistido, unidad
de ingresos o unidad de día.
Trabajó hasta
su último día por la cultura de la vida
“Hay personas
irremplazables. No puedo reemplazar a Joan Hunt” destacó Marisa Martín cuando
Hunt, consciente de su edad, preparaba su sucesión. “Es una persona generosa,
inteligente, adelantada a su tiempo, valiente y éticamente intachable. Es una
visionaria. Se quedó viuda en un país que no era el suyo y, siendo
pensionista, sin ser rica ni tener un círculo de amigos influyentes, decidió
montar Cudeca en pleno proceso de duelo”.
En 2013, por
problemas de salud, Hunt anunció su renuncia a la presidencia de la
fundación, en la que siguió colaborando. Fue sustituida por Ricardo Urdiales,
después de más de 20 años al frente de la misma. En febrero de 2019, la
fundación organizó una emotiva celebración de su 90 cumpleaños, rodeada de
decenas de voluntarios y trabajadores.
30 años de
trabajo por los cuidados paliativos, 60 premios nacionales e
internacionales, más de 1.500 personas atendidas cada año… el legado que Hunt deja a la cultura de la vida y los
cuidados paliativos es amplio y necesario. Falleció este 24 de junio, a los 92
años.
Al día
siguiente, entraba en vigor en España la ley de eutanasia, la ley que permite
que, en vez de cuidar enfermos, se les pueda matar.
J.
M. Carrera
Fuente: ReL