El Vaticano informó sobre el nombramiento del quinto obispo chino tras el acuerdo que la Santa Sede firmó con el gobierno hace tres años
Antoine Mekary | ALETEIA |
El miércoles,
28 julio, en la catedral de Pingliang, provincia china de Gansu, ha tenido
lugar la ceremonia de ordenación episcopal del sacerdote Anthony
LI Hui, nombrado por el papa Francisco coadjutor de Pingliang el
11 de enero de 2021.
“Monseñor LI es
el quinto obispo chino nombrado y ordenado en virtud del Acuerdo Provisional
sobre el Nombramiento de Obispos en China”, confirmó a la prensa, el Director
de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
La ceremonia de
ordenación, según el sitio web de la Iglesia católica china, fue presidida por
el obispo de Kunming, provincia de Yunnan, monseñor Joseph Ma Yinglin.
El nuevo obispo
nació en 1972 en el condado de Mei, provincia de Shaanxi, ingresó en el
seminario diocesano de Pingliang en 1990 y se graduó en el Seminario Nacional
de la Iglesia Católica en China. Es sacerdote desde 1996.
El
Acuerdo
El 22 de
septiembre de 2018, la Santa Sede anunció la firma del Acuerdo Provisional con
China para el nombramiento de Obispos.
Sucesivamente,
dos prelados chinos participaron en el Sínodo de los Jóvenes que tuvo lugar en
el Vaticano, 28 octubre de ese año.
En la primer la
homilía que abrió dicho evento, el Papa Francisco les acogió como un ‘pastor’
que siempre ha querido reunir el rebaño del Señor.
El Acuerdo ad
experimentum había entrado en vigencia un mes después de ser establecido,
en efecto, fue la primera vez que el Partido Comunista en China reconoció
el liderazgo espiritual del Sucesor de Pedro, desde que fuera fundado en 1921
por Mao Zedong.
En China, tras
la muerte de Mao se instauró una “discreta tolerancia” hacia las religiones, y
también la Iglesia católica halló una cierta posibilidad de reorganizar su vida
y su actividad con una dimensión pública.
Juan Pablo II y
Benedicto XVI
Para apoyar la
vida de la comunidad católica Juan Pablo II atribuyó a los obispos legítimos
algunas facultades —denominadas «facultades especiales»—, entre ellas la de
poder ordenar de forma autónoma a un obispo como su propio sucesor.
De ese modo se
llegó a tener un cierto número de obispos que no se adherían a la Asociación
Patriótica con un séquito propio de fieles y también de seminaristas.
Asimismo, un
creciente número de obispos «ilegítimos», adheridos a la Asociación, pidieron
de manera reservada y obtuvieron la comunión con el Santo Padre, hallándose así
en la condición de ser reconocidos por ambas partes.
Benedicto XVI,
citando a Juan Pablo II sostuvo que la Santa Sede esperaba abrir ese espacio de
diálogo, «en el que, superadas las incomprensiones del pasado» se buscará
ampliar las relaciones.
Los antecesores
de papa Begoglio coincidían en que la Iglesia debe «trabajar» junto a las
autoridades del país «por el bien del pueblo chino y por la paz del mundo.»
(Carta del Santo Padre Benedicto XVI a los Obispos, Sacerdotes, Consagrados y
Fieles Laicos de la Iglesia Católica en la República Popular China, N. 4).
Benedicto XVI
escribió en su Carta a los católicos chinos de 2007, sobre los nombramientos:
«se puede entender que las autoridades gubernamentales estén atentas a la
elección de quienes desempeñarán el importante papel de guías y pastores de las
comunidades católicas locales».
Y afirmó, pero
que «cuando el Papa concede el mandato apostólico para la ordenación de un
obispo, está ejerciendo su suprema autoridad espiritual y no una autoridad
política, que interfiere indebidamente en los asuntos internos de un Estado y
socava su soberanía».
“Yo soy el
responsable”
“Yo soy el
responsable” del acuerdo había dicho el Papa Francisco durante el vuelo de
regreso de su viaje a Letonia, Lituania y Estonia a fines de septiembre de
2018.
El Pontífice
había explicado a los periodistas que los casos de los obispos que no estaban
en comunión con la Iglesia hasta antes del acuerdo fueron estudiados “caso por
caso”.
“Por cada
obispo han llegado al final los expedientes de cada uno a mi escritorio y he
sido yo el responsable de firmar cada caso”, anotó.
Los católicos
sufren
El Papa también
reconoció que los católicos, fieles a Jesús y atentos a Roma, han conformado
una “resistencia” , al mismo tiempo que admitió que “es cierto. Ellos sufrirán.
Siempre en un acuerdo hay sufrimiento, pero ellos tienen una gran fe”.
Respecto al Acuerdo
provisional, el papa Francisco recordó que “la cosa se hace en diálogo, pero
nombra Roma, nombra el Papa. Esto es claro. Y rezamos por los sufrimientos de
algunos que no entienden o que tienen en sus espaldas muchos años de
clandestinidad”.
Cabe mencionar
que el 26 de septiembre de 2018, el Obispo de Roma envió un mensaje a los
católicos de China y a la Iglesia universal en el que solicitó “gestos
concretos y visibles” a los obispos a quienes levantó la excomunión.
¿Acuerdo
‘imperfecto’?
L’Osservatore
Romano, el ‘diario del Papa, luego de la firma de los Acuerdos, admite en un
editorial que tal «no se ocupó de todas las cuestiones o situaciones abiertas
que siguen siendo motivo de preocupación para la Iglesia, sino exclusivamente
del tema de los nombramientos episcopales, decisivos e indispensables para
garantizar la vida ordinaria de la Iglesia, tanto en China como en todas las
partes del mundo».
Por su parte,
el Cardenal Parolin admitió que era consciente de la existencia de varios
problemas relativos a la vida de la Iglesia Católica en China, pero también de
la imposibilidad de tratarlos todos juntos. (Conferencia, Milán el 3 de mayo,
con motivo del 150 aniversario de la llegada de los misioneros de la PIME a
Henan).
Expertos en
asuntos eclesiales y en China especulan que no se trata de un acuerdo perfecto,
pero ha sido un paso adelante en las relaciones entre el Vaticano y Pekín
resultado de un diálogo difícil en un contexto delicado, desde que el Partido
Comunista chino rompiera las relaciones en 1949.
Oposición
El más acérrimo
opositor a este Acuerdo provisional ha sido el Obispo Emérito de Hong Kong, el
Cardenal Joseph Zen Ze kiun, quien dijo que “el Vaticano está vendiendo la
Iglesia Católica en China”, el 12 de enero de 2018.
El cardenal
atacó el intento del Vaticano de llegar a un acuerdo con China. ¿Pero puede
haber algo «común» con un régimen totalitario? “O te rindes o aceptas la
persecución, pero permaneces fiel a ti mismo (¿te imaginas un acuerdo entre San
José y el Rey Herodes?)”.
Libertad de
religión
La Iglesia en
China aún sufre persecuciones veladas o directas. Recientemente, la agencia
AsiaNews, informó que el padre Joseph Liu, de la diócesis de Mindong (Fujian), fue detenido por la
policía por su negativa a unirse a la Iglesia Independiente.
Algo similar
ocurrió con el obispo de Xinxiang (Henan), Mons. Joseph Zhang Weizhu.
Tras ser detenido en mayo junto con 10 sacerdotes y otros tantos
seminaristas, aún se desconoce su paradero, informó la agencia.
Además, las
autoridades chinas han emitido algunas normas que impiden, entre otras cosas,
que los menores de 18 años asistan a los eventos propios del culto como la
Misa.
Ary
Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia