LA YOUTUBER HERMANA GLENDA DA DIEZ CLAVES PARA TRANSFORMAR LA FAMILIA

En su canal cuenta con 765.000 suscriptores. El vídeo de la religiosa pretende configurar familias fuertes y sanas

Hermana Glenda. Dominio publico
La cantautora de música católica contemporánea hermana Glenda, consagrada del "Ordo Virginum" (Vírgenes consagradas) de la Diócesis de Terrassa, es una de las Youtubers católicas más influyentes de la actualidad. En su canal de YouTube cuenta con 765.000 suscriptores. 

Licenciada en Psicología por la Universidad Pontificia de Salamanca, uno de sus vídeos más populares es el titulado: "Diez claves para transformar tu familia", un vídeo en el que relaciona la psicología y la fe. Lo que pretende la hermana Glenda con él, es configurar familias fuertes y sanas. 

Los espacios 

El primer granito de mostaza que propone es salvar los propios espacios de la familia. Afirma por ejemplo que en la cabecera de la mesa no solo debe ser ocupado por el padre, sino también la madre. Además, dice que para enseñar a los hijos a no competir por los primeros puestos como enseña Jesús en el Evangelio es positivo que roten por distintos sitios en la mesa. También propone otros espacios individuales que deben respetarse en el propio hogar. 

Las normas 

La normas familiares son pautas que regula a una familia, como por ejemplo dar los buenos días o las buenas noches. Pero tanto las normas explícitas como implícitas hay que revisarlas para que sean normas justas y no abusivas ni rígidas. Una norma abusiva sería por ejemplo que las madres o hijas sirvieran a los varones en sus casas. O bien, el horario que los adolescentes deben regresar a casa, que sea flexible si hay una fiesta o una celebración. "Jesús también se saltó la norma de los sábados para curar a los enfermos", afirma. 

Los límites 

Cada miembros de la familia puede pertenecer a un subsistema donde aprende ciertas habilidades. Cuando un hermano mayor se pasa de la raya con el hermano pequeño, se le debe frenar porque la autoridad solo la ejerce los padres. Tampoco los límites deben ser rígidos. También aclara que las madres no pueden tratar a sus hijos varones como un sustituto del marido, ni padres que sean tan amigos de sus hijas que parezcan sus novias. 

Desligamiento

El núcleo de las madres con los hijos pequeños puede ser tan intenso que tiende a desligare o a descartar al padre. O por ejemplo, si los padres se ven demasiado afectados con las peleas de sus hijos. Por eso las familias no deben ser demasiado aglutinadas con el fin de que los niños crean con independencia. Tampoco es bueno que los padres vivan tan despegados de sus hijos, porque los niños necesitan su apoyo para crear vínculos sanos. "Jesús creo un sistema grupal aglutinado pero no tanto que impidiera el crecimiento personal de cada uno", dice la religiosa. 

El espacio de los esposos 

El quinto punto del que habla es el espacio personal del matrimonio, un tiempo dedicado a para ellos para que vuelvan a conectarse como pareja, independientemente de sus hijos. 

Liderazgo y autoridad

Dos virtudes esenciales en los padres, que deben constituir un equipo directivo para la familia, apoyándose mutuamente. No es bueno que el padre o la madre ejerza solo la autoridad. Y estas virtudes no deben convertir a los padres en ser padres demasiado amigos de sus hijos, pero no significa tampoco que sea un equipo autoritario y rígido. 

El espacio de los hermanos 

Muy importante también porque es un espacio en el que los niños aprenden a ser amigos, enemigos, aliados, aprenden a apoyarse, a competir, a negociar. Es importante que los padres les dejen este espacio a sus hijos y no intervenir en exceso para ellos puedan ejercer su derecho a la privacidad. "Jesús también dejaba espacio a sus discípulos para que tuvieran sus propias iniciativas y conflictos", dice la hermana Glenda. 

Roles y Status

También hay que estar atentos a que los cónyuges sean un verdadero equipo directivo y no se conviertan alguno de ellos en un hijo más, ni que los hijos se conviertan en maridos o esposas. A veces, por ejemplo, se suele dar mucha responsabilidad al hermano mayor y se le priva de algunos derechos de independencia. O los padres, sin darse cuenta, valoran más a un hermano que a otro. 

Expectativas personales y familiares 

En este punto se juega mucho la sinceridad y la humildad. "Si esperas que tu esposa sea más cariñosa cuando llegas a casa, pídeselo, y si esperas que tu marido te preste más atención, también pídeselo, sin dramas, con humildad", señala la hermana. También hay que escuchar a los hijos, lo que esperan los padres de ellos y viceversa.  

Castigos y premios 

Por último la hermana Glenda habla de castigos y premios de toda la familia. "Hay familias que premian con la atención de los hijos más comunicativos y no escuchan a los menos comunicativos. Otras familias solo premian con cosas materiales y no con caricias, algo mucho más importante", concluye. 

M. S.

Fuente: ReligionConfidencial