Deja las piedras
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Dominicas de Lerma |
Las obras de la
tapia siguen, nos acercamos de vez en cuando para ver cómo van avanzando. Era
uno de esos días pero, esta vez, desviamos la mirada de la obra a la
maquinaria.
Los obreros
habían dejado sus máquinas en la huerta y nos acercamos a ellas. En cuestión de
unos minutos terminamos subidas sobre ellas. Unas en la cabina y otras… en la
pala de la excavadora sobre la que descansaban las piedras recogidas.
Ahí me
encontraba, sentada y, debajo de mí, todas las piedras que habían quitado, las
miraba y me daba cuenta de que muchas veces nos olvidamos de la excavadora con
nuestras piedras.
Tenemos mucha
facilidad para cargar las piedras sobre nuestras espaldas: nuestros fallos,
debilidades… todo sobre nosotros, hasta que no podemos más; ¡porque nosotros no
podemos con ello!
En tu
debilidad, Cristo viene en tu ayuda; como la pala de la excavadora; Él carga
con todo aquello con lo que no puedes, con aquello que llevas tiempo cargando.
Solo necesita que se lo entregues; que le dejes todas tus piedras para
llevarlas por ti. Deja que muera y resucite por todo lo que te pesa y puedas
volver a sonreír y tener paz.
Hoy el reto del
amor es que mires quién carga con las piedras en tu vida: ¿te dejan caminar?
¿Puedes perdonarte? Para en una iglesia y déjale tus piedras a Cristo, deja que
Él camine a tu lado y cargue con tu peso y te lo devuelva resucitado.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
Fuente:
Dominicas de Lerma