Este 25 de julio, fiesta de Santiago Apóstol, 34 nuevos sacerdotes han sido ordenados en la diócesis vietnamita de Vinh
Ordenación sacerdotal Diócesis Vietnamita de Vinh. Dominio público |
Lo
que antes era tierra de misión ya empieza a ser semilla de evangelizadores. Es lo que está
ocurriendo por ejemplo en Vietnam, país todavía bajo el comunismo y con una
minoría católica, pero aunque pequeña es una Iglesia floreciente.
Este 25 de julio la Diócesis de Vinh ordenó 34 nuevos sacerdotes, de los
cuales muchos serán misioneros fidei donum.
Según Catholic
Hierarchy, esta diócesis tiene una población total que
supera los tres millones de personas, de los cuales los católicos no llegan a
los 300.000, algo menos del 10% de la población.
Aún así, el catolicismo crece en Vietnam y no
deja de ofrecer vocaciones a la Iglesia universal. “Es un día de gran
alegría, un día de gran bendición en la Diócesis de Vinh, que se alegra por los
34 nuevos sacerdotes que serán misioneros fidei donum, allí donde el Señor les llame para
anunciar y testimoniar el Evangelio”, dijo monseñor Alphonso Nguyen Huu
Long, obispo de Vinh, durante las ordenaciones.
El prelado dijo en la homilía, tal y como
recoge la agencia Fides: “vivimos este momento de gran felicidad, en un momento de gran
sufrimiento en muchas partes del mundo, especialmente mientras muchas
personas están luchando duramente con la pandemia del Covid-19 en Vietnam. Esta
misa de ordenación sacerdotal debería haberse celebrado en presencia de todos
los sacerdotes de la diócesis, junto con otros muchos religiosos, seminaristas
y fieles. Lo celebramos en presencia de un pequeño grupo, de la manera más
sencilla y respetando los protocolos de prevención contra el Covid-19”.
Los nuevos sacerdotes, ha señalado el obispo,
precisamente en esta dramática situación, serán como el ‘Buen Samaritano’,
llevando cuidados y misericordia a los corazones heridos, y serán también misioneros en
lugares remotos o incluso en otras diócesis, allí donde el Señor les llame a
vivir.
“La
evangelización –ha recordado- es la tarea de todo bautizado; la misión de
todo sacerdote es llevar a los hombres a Dios para recibir el don de la
salvación y la vida eterna”.
El obispo ha recordado: “Los sacerdotes están
llamados a mostrar su
disponibilidad y alegría cuando son enviados para el servicio pastoral o para
una misión en zonas remotas, en el campo pobre o en regiones de difícil
acceso. Las personas que se encuentran en lugares de conflicto, o donde hay
catástrofes naturales o un alto riesgo de contagio de pandemias necesitan
realmente la presencia de los sacerdotes para tener consuelo material y
espiritual, ayuda para superar el dolor, para recibir esperanza”.
“Los sacerdotes – ha continuado Monseñor
Alphonso Nguyen Huu Long- son apóstoles y han sido elegidos por Jesús para
trabajar en su viña. Hoy en día, en nuestro mundo, no es fácil encontrar
jóvenes dispuestos a dar su vida para servir a la gente en lugares difíciles y
peligrosos. Pero el Señor
sigue llamando a jóvenes dispuestos a llevar la semilla de la fe y el amor de
Dios a los hermanos en dificultad”.
A continuación, el obispo explicó que donará
algunos sacerdotes a otras diócesis necesitadas de sacerdotes, enviándolos en
misión “para que todos los fieles tengan un buen acceso a la Buena Noticia del
Evangelio”. “En el contexto de la escasez de sacerdotes, y mientras la
población sufre gravemente la pandemia y otras cosas, tras un discernimiento en
oración, he decidido compartir
la mitad de estos nuevos sacerdotes con territorios aislados, en otras diócesis
que carecen de sacerdotes. En particular, serán 'fidei donum' en la
diócesis de Hung Hoa, en el norte de Vietnam, que abarca 10 provincias en zonas
montañosas y bajas con unos 250.000 fieles pero un número limitado de
presbíteros”.
De este modo, el obispo añadió que “en la diócesis de Vinh somos
bendecidos por Dios porque nos ha dado muchos sacerdotes y estamos
contentos de compartir este precioso regalo con lugares donde la gente tiene
gran necesidad de un sacerdote. Pedimos a nuestros nuevos sacerdotes que dediquen
su vida al servicio y a la gloria de Dios durante el resto de su vida, sin
preocuparse por el lugar en el que vivirán, sino pensando sólo en llevar almas
a Dios”.
Dirigiéndose a los nuevos sacerdotes, les
exhortó: “Mostraréis vuestro amor a Dios y vuestro ardor, obteniendo muchos
frutos de fe, diciendo en vuestro corazón: 'Señor, vengo a hacer tu voluntad'. Demos gracias a Dios que nos ha
dado 34 nuevos sacerdotes, para llevar la Buena Noticia, dispuestos a
cuidar de los pobres y vulnerables”.
Fuente: ReL/Agencia Fides