La hermana Nathalie Becquart ha participado en la conferencia internacional "Mujeres en la Iglesia: el desafío de la sinodalidad" organizada por la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas y la academia de Líderes Católicos
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Hna. Nathalie Becquart. Dominio público |
"La
conferencia es una pequeña contribución al desafío de la sinodalidad lanzado
por el Papa Francisco", ha afirmado María Lía Zervino,
presidenta de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas.
Reforzar la cooperación
El seminario web
contó con la presencia de la Hna. Nathalie Becquart, subsecretaria
del Sínodo de los Obispos y primera mujer con derecho a voto en
los sínodos en la historia de la Iglesia.
Becquart
explicó que esta nueva sinodalidad que promueve la Iglesia Católica del siglo
XXI es "una llamada de Dios. La Iglesia debe reforzar la
cooperación en todos los ámbitos de su misión y esto lo
espera Dios de la Iglesia del tercer milenio, una Iglesia inclusiva en la que
todos caminamos juntos, hombres y mujeres, laicos y consagrados, todos
misioneros para poner el acento en lo que nos une en lugar de lo que nos
diferencia".
En
esta línea, insistió en que las mujeres y los jóvenes están llamados a colaborar
en la "sinodalidad de la Iglesia para salir del
clericalismo".
Próximo sínodo: por
una iglesia sinodal
La
religiosa francesa recordó que el próximo Sínodo de los Obispos, previsto
inicialmente para octubre de 2022, se trabajará en el
tema: "Por una Iglesia sinodal: comunión,
participación y misión". El desafío de este sínodo es trabajar
en un camino común para volver a encontrar una renovación misionera de
cara a servir a los hombres y mujeres de este tiempo.
Como
acostumbra en sus alocuciones, Becquart habla de las diferencias
entre hombres y mujeres llamados a una igualdad en la reciprocidad, a la
cooperación y no a la confrontación.
"La
cosa más hermosa que Dios ha hecho es crear a hombres y mujeres
de forma diferente, pero se trata de una diferencia que tiene que ver con
el misterio y no por unas características u otras. Las discriminaciones de sexo
ofenden a la dignidad humana", señaló durante la conferencia online.
"No podemos vivir en la
confrontación"
En
esta línea, insistió en que la vocación del hombre y de la mujer deben vivirse
en reciprocidad, en comunión, desarrollando una manera de colaborar y de
compartir que da un lugar a cada uno. "No podemos vivir con confrontación. Dios
llama a cada uno de manera única. Nuestra vocación es el
lugar donde recibimos el mayor gozo".
Para
la subsecretaria del Sínodo de los Obispos, hombres y mujeres deben tratar
de salir de la competitividad, del dominio, para entrar en la reciprocidad
y en la cooperación. "Para ello se debe escuchar a todos,
el clamor de las víctimas también. En los sínodos anteriores estos testimonios
han sido una caja de resonancia".
Antropología relacional
Para
la religiosa javeriana, el papel de las mujeres en la Iglesia así como en la
sociedad, debe ir acompañado de un cambio basado en la antropología relacional,
una antropología que dará lugar a una gran fecundidad, porque en la Iglesia,
así como en las grandes empresas, cuando el gobierno es compartido
entre hombres y mujeres al servicio de la libertad, el fruto
es mayor.
El
evento contó también con monseñor Jorge Eduardo Lozano, secretario general del
Consejo Episcopal Latinoamericano; Sophie Gladima, ministra de Energía de
Senegal y única católica en el gobierno musulmán de su país y Cristiane Murray,
subdirectora de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, quien ofreció un
testimonio personal sobre su trabajo como mujer en la Santa Sede y cómo ha ido
evolucionado el desempeño de su función.
M. S.
Fuente: ReligionConfidencial