Fueron asesinadas entre terribles sufrimientos en 1945, entre los ríos Oder y Nysa: "Los soldados soviéticos estaban adoctrinados con la cultura marxista en el odio a la fe"
![]() |
Religiosas Polacas Mártires. Dominio público |
Se
tratan de las hermanas PascHalina
Jahn (quien encabeza al resto de religiosas), María
Edelburgis Kubitski, María Rosaria Schilling, María Adela Schramm, María Sabina
Thienel, María Sapientia Heumann, María Adelheidis Töpfer, María Melusja Rybka,
María Felicitas Ellmerer, y María Acutina Goldberg.
Tal y
como explica la Congregación para las Causas de los Santos, las religiosas
fueron asesinadas en lugares diferentes entre febrero y mayo de 1945 al
finalizar la Segunda Guerra Mundial durante
la invasión por parte del Ejército Rojo del territorio polaco.
En
aquellos años, las religiosas polacas destinaban sus esfuerzos al cuidado de
los pobres, enfermos y ancianos. Murieron martirizadas y entre terribles
sufrimientos entre los ríos Oder y Nysa, en el país centroeuropeo, invadidos
por el Ejército Rojo. Aquellos asesinatos violentos manifestaban el odio de los
soldados soviéticos a la fe y hacia los fieles de la Iglesia Católica.
En la
nota biográfica de la Congregación se explica que “los soldados soviéticos
estaban adoctrinados con la cultura marxista, la actitud hostil hacia la fe se
manifestaba también con gestos de profanación. La violación se convirtió en un arma de
humillación, pero, particularmente feroces fueron las violaciones a quienes
vestían hábito religioso”.
Las
diez religiosas eran de edades diferentes. Las había jóvenes y ancianas. Algunas de ellas incluso fueron
violadas. Otras, fueron asesinadas cuando trataban de defender a sus
hermanas. Pese a los peligros a los que tenían que hacer
frente, siempre decidieron durante la contienda permanecer junto a las personas
a las que cuidaban, ancianos y enfermos incapaces de huir.
Otros decretos
Los decretos reconocen
también el milagro atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios
Johann Philipp Jeningen, sacerdote jesuita nacido el 5 de enero de 1642 en
Eichstätt, Alemania, y fallecido en Ellwangen, Alemania, el 8 de febrero de
1704. El futuro beato fue el
impulsor de la construcción del santuario mariano de Schönenberg y destacó por
su compromiso con la evangelización de las zonas rurales de Alemania. Su
estilo de predicación logró atraer a personas de toda clase social, sin
distinción.
El Pontífice firmó también los decretos que
reconocen las virtudes heroicas del Siervo de Dios Severino Fabriani, sacerdote
diocesano, fundador de la Congregación de las Hijas de la Providencia para las
Sordomudas; de Aniela Godecka-Kostka, fundadora de las Pequeñas Siervas del
Corazón Inmaculado de María; de Orsola Donati, religiosa profesa de la
Congregación de las Hermanas Mínimas de Nuestra Señora de los Dolores y de María
Estrella de Jesús, bautizada con el nombre de María Aurelia Iglesias Fidalgo,
religiosa profesa de la Congregación de las Religiosas de María Inmaculada.
Fuente: Aleluya/COPE