No ha sido, en esta ocasión, la iglesia del Seminario, como ha ocurrido a lo largo de los últimos años, sino la Catedral, el espacio que ha acogido la celebración de las bodas de plata, oro, diamante y platino sacerdotales
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Foto: Diócesis de Segovia |
Así pues, un total de veinticuatro
sacerdotes, ente ellos dos sacerdotes extranjeros, que están realizando un
servicio pastoral en nuestra diócesis, y otros dos sacerdotes claretianos, que
están destinados aquí en Segovia.
En su homilía el Obispo ha recordado que «solo
por gracia, los sacerdotes, vivimos esta realidad de la vocación y de la misión
sacerdotal, solo por pura gracia. No somos mejores que los demás, ni tenemos
más méritos. Nos llamó porque quiso, nos miró, nos llamó y pronunció nuestro
nombre». Y en este día «repetís ese “aquí estoy”, que respondisteis en el
momento de vuestra llamada, aquí me tienes en tu presencia para vivir en
disponibilidad para el Señor y para su pueblo». Porque el ministerio sacerdotal
no se entiende sin esa doble relación a Dios y al Pueblo.
Invitaba el Obispo a los sacerdotes
homenajeados a «vivir la novedad, la frescura del Evangelio de Cristo, como si
hoy estrenarais vuestro sacerdocio» y alertaba del peligro de «acostumbrarse a
lo que es misterio inagotable, a hacernos burócratas en la Iglesia,
“profesionales” de lo sagrado». El evangelio sigue siendo necesario para
nuestro mundo, decía el prelado, por eso «somos sacerdotes las veinticuatro
horas del día. Y nuestra disponibilidad debe ser total porque siempre hay una
ocasión para ser testigos de la salvación».
El Obispo finalizaBa la homilía agradeciendo la
tarea desempeñada por todos los sacerdotes, especialmente por los que ahora,
enfermos y mayores, ya no pueden tener tarea pastoral; pero, aun así,
—afirmaba— «su vida es signo de la fidelidad no solo de Dios, sino también del
hombre que puede ser fiel y lo es cuando, unido a Cristo, dice sus palabras, se
une a sus sentimientos y comparte su misión. Y por eso damos gracias».
Los sacerdotes homenajeados han recibido una
placa de recuerdo de su aniversario de ordenación sacerdotal y han estado
acompañados por un gran número de sacerdotes de la diócesis y un nutrido grupo
de fieles, familiares y amigos.