“Sin Él no es posible relacionarnos con Cristo y con el Padre”
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17-3-2021. Audiencia general |
Al reanudar su catequesis sobre la oración, también en esta
ocasión desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, el Santo Padre Francisco
reflexionó acerca de la oración y la Trinidad. A modo de introducción se leyó
un pasaje de Juan (14,15-17.25-26) sobre la promesa del Espíritu Santo:
“Si me aman, guarden
mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y les dará otro Consolador, para que
esté con ustedes para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni lo conoce; pero ustedes lo conocen, porque mora
con ustedes, y estará en ustedes. Les he dicho estas cosas estando con
ustedes. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en
mi nombre, él les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les
he dicho”.
La oración como
relación con la Santísima Trinidad
Tal como explicó el
Papa, en esta catequesis deseaba continuar reflexionando sobre la oración “como
relación con la Santísima Trinidad”, y en particular con el Espíritu Santo. Del
Espíritu Santo el Pontífice dijo que “es el don fundamental de la vida
cristiana”. Y añadió que “si podemos invocar a Dios llamándolo ‘Abbá – Papá’ es
porque el Espíritu Santo habita en nosotros”.
“Sin Él no es posible relacionarnos con Cristo y con el Padre”
El Santo Padre también explicó que así como Abrahán, “que dando
hospitalidad a tres viajeros, encontró a Dios, Trinidad de amor, también
nosotros estamos llamados a abrirnos a su presencia y a acogerlo en nuestra
vida”.
“El
Espíritu Santo nos transforma y nos hace experimentar la alegría de sabernos
amados y habitados por Dios. Es la experiencia que vivieron los discípulos de
Jesús, y que nos relata el Evangelio. Y es también la experiencia que vivieron
tantos orantes, hombres y mujeres que el Espíritu Santo formó a la medida del
Corazón de Cristo”
Los orantes no son
sólo los monjes o los eremitas
Además, el
Pontífice invitó a no pensar “que los orantes son sólo los monjes o los
eremitas”. Y destacó: “Cuántas personas comunes han encontrado a Dios en el
Evangelio, en la Eucaristía y en los hermanos, y cada día dan testimonio
humilde de misericordia, de servicio y de oración”. Y concluyó diciendo:
“Nuestra
misión como cristianos es mantener vivo el fuego que Jesús trajo a la tierra,
es decir, el amor de Dios. Sin este fuego del Espíritu la tristeza reemplaza a
la alegría, el servicio se convierte en esclavitud y la rutina sustituye al
amor”
Al saludar
cordialmente a los fieles de lengua española, el Papa Francisco, antes de
bendecirlos, les dejó una invitación:
“Pidamos
al Señor que inflame con el fuego del Espíritu Santo nuestros corazones. Que
nuestra vida sea como la lámpara encendida junto al sagrario, que se consuma en
la alabanza a Dios y el servicio a los hermanos, siendo testigos alegres de su
presencia en medio del mundo”
Año de la Familia Amoris
Laetitia
A los fieles
polacos el Santo Padre les recordó que con el llamamiento mariano especial de
mañana, y con la Eucaristía celebrada en Jasna Gòra en la solemnidad de San
José, comenzarán las celebraciones del Año de la Familia Amoris
Laetitia. Y formuló su deseo de que María, “Reina de Polonia, obtenga para
las familias la visión evangélica del matrimonio, en la comprensión mutua y en
el respeto por la vida humana”. Mientras al bendecir de corazón a todos ellos
su intención fue de modo especial a cuantos participarán en las iniciativas
emprendidas con motivo de las celebraciones del mencionado Año.
Llamamiento por
Paraguay
Después de rezar el
Padrenuestro y de impartir su bendición apostólica a cuantos participaron en
esta audiencia general a través de los medios de comunicación, el Papa dijo:
“Durante
esta semana me han preocupado las noticias que llegan desde Paraguay. Por
intercesión de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, pido al Señor Jesús,
Príncipe de la Paz, que se pueda encontrar un camino de diálogo sincero para
hallar soluciones adecuadas a las actuales dificultades, y así construir juntos
la paz tan añorada. Recordemos que la violencia siempre es autodestructiva. Con
ella no se gana nada, sino que se pierde mucho”
Llamamiento por
Myanmar
A continuación, el
Papa dijo: “Una vez más y con gran tristeza siento la urgencia de evocar la
dramática situación de Myanmar, donde tantas personas, especialmente jóvenes,
están perdiendo la vida para ofrecer esperanza a su país”.
“Yo
también me arrodillo en las calles de Myanmar y digo: ¡que cese la violencia!
También yo extiendo mis brazos y digo: ¡que prevalezca el diálogo!”
San José hombre
justo y sabio
Mientras al saludo
a los fieles de lengua italiana el Santo Padre recordó que pasado mañana
celebraremos la solemnidad de San José. Por esta razón el Papa señaló el
ejemplo de este gran Santo a quienes invitó a confiarle su existencia.
“Sean
sabios como él, dispuestos a comprender y a poner en práctica el Evangelio”
Por último, el
pensamiento del Papa si dirigió a los ancianos, a los jóvenes, a los enfermos y
a los recién casados con las siguientes palabras:
En la vida, en el
trabajo, en la familia, en los momentos de alegría y de dolor, San José buscó y
amó constantemente al Señor, ganándose el elogio de la Escritura como hombre
justo y sabio. Invóquenlo siempre, especialmente en los momentos difíciles que
puedan encontrar. ¡A todos mi bendición!
Vatican News