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El Papa Francisco en el rezo del Ángelus desde la biblioteca. Foto: Vatican Media |
En esta línea, el Papa exhortó “a
las autoridades del Estado y a toda la población a mantener un alto sentido de
responsabilidad para calmar los ánimos, promover la reconciliación nacional y
tutelar los valores democráticos radicados en la sociedad americana”.
El hecho al que se refirió el
Papa Francisco ocurrió el pasado 6 de enero cuando hubo una incursión de
manifestantes pro Donald Trump dentro del edificio del Capitolio mientras el
Congreso debatía la certificación de los resultados de las elecciones
presidenciales, provocando la evacuación de legisladores y la muerte de varios
manifestantes.
Según informó CNA (la agencia en
inglés del Grupo ACI), las protestas que buscaban anular los resultados de las
elecciones presidenciales siguieron a varias afirmaciones de que los resultados
en algunos estados eran fraudulentos. Algunos manifestantes parecían pensar que
todavía había un camino para que el presidente Donald Trump ganara la
presidencia, a pesar de la victoria del presidente electo Joe Biden en el
colegio electoral.
Más de 150 legisladores
republicanos intentaron cuestionar la legitimidad de los resultados electorales
en algunos estados, pero el vicepresidente Mike Pence, que puede votar para
romper el empate en el Senado de los Estados Unidos, rechazó cualquier
sugerencia de que actúe para bloquear la certificación de la elección.
Horas antes se realizó un mitin
frente a la Casa Blanca en el cual Trump alentó a sus seguidores a marchar
hacia el Capitolio. Algunos manifestantes se enfrentaron con la policía,
mientras que otros intimidaron a los guardias del Capitolio para que se
retiraran sin un contacto significativo.
Algunos llevaban sombreros con el
lema "Make America Great" (Haz grande a América) u otras insignias
asociadas con la campaña de Trump. Muchos llevaban banderas estadounidenses o
de Donald Trump y algunos portaban banderas de la Confederación.
Además, varios manifestantes
atacaron a los medios de comunicación, mientras que decenas de otros avanzaron
hacia el Capitolio desafiando a la policía, rompiendo ventanas y forzando
puertas.
Los legisladores buscaron
refugio, algunos en sus oficinas, y se pusieron máscaras antigas, informó
Associated Press. Los manifestantes ocuparon la oficina de la presidenta del
Congreso Nancy Pelosi y otros despachos.
Los críticos del presidente,
incluidos algunos republicanos, lo culparon de incitar a los manifestantes.
El vicepresidente Pence llamó a
la Guardia Nacional para apoyar a las fuerzas del orden en la capital. Después
de que se aseguró el Capitolio, Pelosi llamó a los legisladores para certificar
los resultados de las elecciones.
Obispos de Estados Unidos
condenaron la violencia
Por su parte, muchos obispos de
los Estados Unidos condenaron lo ocurrido. El presidente de la Conferencia de
los Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) y Arzobispo de Los Ángeles,
Mons. José Gómez, condenó enérgicamente la violencia en el Capitolio y rezó por
quienes trabajan para restaurar la seguridad pública.
“Me uno a las personas de buena
voluntad para condenar la violencia hoy en el Capitolio de los Estados Unidos.
Esto no es lo que somos como estadounidenses. Rezo por los miembros del
personal del Congreso y del Capitolio y por la policía y todos los que trabajan
para restaurar el orden y la seguridad pública”, expresó.
Además, Mons. Gómez recordó que
“la transición pacífica del poder es uno de los sellos distintivos de esta gran
nación” y pidió que "en este momento preocupante, debemos volver a
comprometernos con los valores y principios de nuestra democracia y unirnos
como una nación bajo Dios".
Por Mercedes
de la Torre
Fuente: ACI Prensa