HOY EL RETO DEL AMOR ES HACER UN RATITO DE ORACIÓN, DEJAR QUE EL AMOR DE JESÚS ENTRE EN TU VIDA

El mejor regalo

Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

 “¡¡Ya han llegado los Reyes!!”. Este es el grito que de pequeña escuchaba desde mi cama cuando alguno de mis hermanos se despertaba antes que yo y se encontraba en el salón todos los paquetes.

Sin embargo, este día para mí no era de los favoritos, porque los Reyes no me solían traer muchas cosas. No es que me portara muy mal, lo que pasaba es que suspendía muchas, y este era el motivo principal por el que solo me traían un regalo. La verdad es que, como mis hermanos eran muy empollones... se notaban más mis suspensos. Cuando empezaban los exámenes me llenaba de propósitos, pero me duraban poco. Así que la frase “¡Los Reyes no te traerán casi nada!”... era típica.

Ayer estaba en el recreo haciendo unas pulseras. Tenía que cortar una goma y quemarla, pero, sin darme cuenta, me dejé el mechero (todavía con llama) encima del hábito... y te puedes imaginar: se me quemó. Me hice un buen agujero. Entonces, una monja dijo: “¡Los reyes no te van a traer nada!”.

Aquella frase me llevó a cuando era pequeña. Cuando llegamos a Completas, miraba al Señor en el Sagrario y le daba gracias por no tener que ganarme su Amor, porque me ama gratuitamente, porque no me pide nada, me ama como soy y con lo que tengo.

Es verdad que el amar al Señor te lleva a luchar por cambiar, por enderezar... pero es gracia y es don. Primero es gracia: si no me siento amada profundamente por Cristo, no podré mover un dedo en la tarea. Primero lo recibimos todo de Él para después darlo.

Cristo da su vida por ti y por mí, sin preguntarnos; nos salva gratuitamente, nos ama antes de que nosotros le hayamos amado. Él da el primer, segundo y tercer paso, luego nos toca a nosotros dar el cuarto. Por esto hoy podemos, como los Reyes, acercarnos al Portal a adorarlo, porque no nos pide que seamos perfectos, sino enamorados, nos pide un corazón sencillo, que acoja su amor... El resto lo hace Él.

Esta es la garantía de que en Belén entramos todos y podemos ir a adorarle. Tú también puedes ir al Portar, darle gracias por tu vida, por lo que estás viviendo, y postrarte ante Él nombrándole Rey de tu corazón y de tu día a día. Porque, una vez que Él está en ti, en mí, ahora sí, podemos darle.

Hoy el reto del amor es hacer un ratito de oración, dejar que el amor de Jesús entre en tu vida. Adórale y, como los Reyes, póstrate y mírale.

VIVE DE CRISTO

Fuente: Dominicas de Lerma