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2019.04.08 Irak, cristianos en Mosul, padre e hijo |
Señor, nuestro Dios, concédele al
Papa Francisco salud y prosperidad para que pueda llevar a cabo con éxito esta
tan esperada visita. Bendice sus esfuerzos por fortalecer el diálogo y la
reconciliación fraternal y por crear confianza, consolidar los valores de la
paz y la dignidad humana, especialmente para nosotros los iraquíes, testigos de
acontecimientos dolorosos que nos han conmovido.
Así comienza el texto que, antes
de confiarse a la Virgen María, invoca la luz que será un estímulo para todos
en este tiempo:
Señor, nuestro creador, ilumina
nuestros corazones con tu luz para que podamos ver la bondad y la paz y
comenzar a realizarlas.
Luego la invocación a la
intercesión de la "Virgen, nuestra Madre", a cuyo cuidado maternal se
confía la visita del Papa:
Que el Señor nos conceda la
gracia de vivir en plena comunión nacional, cooperando fraternalmente para
construir un futuro mejor para nuestro país y sus ciudadanos.
Ya a principios de diciembre, el
Patriarca Sako, dirigiendo una carta al pueblo iraquí, les había pedido que se
prepararan adecuadamente para la visita del Papa que no será -había escrito en
esa ocasión- un "viaje turístico" o "de lujo", sino una
peregrinación cargada de un mensaje de confort "para todos en un tiempo de
incertidumbre". Debemos hacer que sea -había subrayado hace un mes-
"una ocasión de gran cambio, para que la fe y la esperanza en nosotros se
conviertan en un compromiso".
La peregrinación del Papa
Francisco al Iraq por invitación de las autoridades civiles y la Iglesia
Católica local se anunció oficialmente a principios de diciembre, marcando la
reanudación del viaje interrumpido abruptamente durante quince meses debido a
la emergencia sanitaria mundial. Las fechas previstas son del 5 al 8 de marzo,
con paradas en Bagdad, la llanura de Ur, ligada a la memoria de Abraham, la
ciudad de Erbil, así como Mosul y Qaraqosh en la llanura de Nínive. Cuatro días
intensos para acercarse a un pueblo que ha sufrido y sigue sufriendo por la
guerra y que ha visto a los cristianos salir lentamente del país. Un viaje que
Francisco ha querido vivir desde hace mucho tiempo, expresando su intención
desde 2019 y acompañando siempre sus palabras con la invitación a reconstruir
un tejido social de solidaridad que apunte al bien común.
Gabriella Ceraso - Ciudad del
Vaticano
Vatican News