El regalo de hoy
Ayer andaba pensando sobre muchas cosas, y en la oración le
expresaba al Señor cómo me encantaría responderle de una vez para siempre, cómo
desearía apostar por el amor de una vez por todas y que me valiera hasta el
Cielo, o cómo quisiera que mi corazón se transformase en lo que Él quiere de mí
y no necesitase levantarme continuamente...
Y, según se lo iba diciendo... estoy segura: ¡soltó una
carcajada!
Y con su risa me llenó de alegría y me iluminó que no puedo
pretender hacer “ciertas cosas” de una vez para siempre, que es más bien al
revés, tal y como sucede con otras cosas como el comer: comemos, y poco después
volvemos a necesitar alimentarnos; dormimos, pero ese descanso no nos vale nada
más que para unas horas, después volvemos a necesitarlo; nos duchamos, y así
todos los días lo volvemos a hacer... y cantidad de cosas como levantarnos,
hablar, preguntarnos, compartir... son cosas que hacemos sin planteárnoslas,
sin que nos cueste, porque las necesitamos y no nos cuestionamos más allá.
Hoy el reto del amor es tomar el día en tus manos y optar de
nuevo. Por amar, por perdonar, por entregarlo todo, por... ¡ser feliz! La
Felicidad está en vivir el hoy como un regalo. ¿Y mañana? ¡Habrá otro regalo!
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma