Hoy en el Monasterio es un día
especial: es el día de la inocencia, donde todos los cargos se invierten,
empezando por la Madre Priora, que se convierte en la más pequeña del
Monasterio. En este día es el noviciado el que toma el cargo de Madre Priora.
Ayer nos tocó hacer un pregón, en
el que explicábamos lo que vamos a hacer hoy. Entre otras cosas, lo que hacemos
son bromas, pero nunca pesadas. Me impresiona cuando alguna monja cae en alguna
por su inocencia; me doy cuenta de que lo que nos dice Jesús se cumple: “si no
os hacéis como niños no entraréis en el Reino de los Cielos”.
La inocencia va de la mano de la
confianza, es inocente el que vive confiado porque sabe que tiene un Padre en
el cielo que le ama y le cuida constantemente. Esta confianza nos hace
descansar de ser adultos y poder ser como niños.
Llevamos varios años en los que
las bromas no solo se quedan en el Monasterio, sino que saltan los muros y
llegamos hasta vosotros; pero este año hemos querido respetar y sentir con
vosotros lo que estamos viviendo, y hemos acordado no hacer inocentadas en el
reto. Pero sí te animamos a vivir este día desde la inocencia, en esa confianza
que nos da la certeza de saber que Jesús está con nosotros en todo lo que
estamos viviendo. Que Él camina a nuestro lado y que quiere que seamos felices.
Hoy el reto del amor es sacar una
sonrisa a alguien o mandarle un chiste o hacerle pasar un buen rato, para que
descubra que tiene un Dios que es alegre.
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma