Este santo ha sido considerado como una de las mayores
glorias de la Iglesia de España, la cual le honra como Doctor de la Iglesia
Dominio público |
Llegó por fin a Toledo, y la fama que
entonces tenía el monasterio Agaliense le arrastró a aquel retiro, impulsado
además por su fuerte vocación. Sabedor su padre de esta resolución, reúne
algunos amigos e invade en su compañía el convento, teniendo san Ildefonso que
ocultarse para escapar a una violencia. La intercesión de su madre y de san
Eugenio hicieron por fin al padre consentir, y san Ildefonso, monje, pudo
dedicarse a la oración y al estudio, recibiendo las sagradas ordenanzas mayores
de manos de san Eladio, y san Eugenio le nombró después arcediano de su
iglesia.
Los monjes del monasterio de san Cosme y
san Damián le nombraron su abad, dignidad que también obtuvo a la muerte de
Deusdedit en el monasterio donde había profesado, haciéndose admirar por el
celo que desplegó en la reforma de su Orden, por su fe y su inagotable caridad.
Muertos sus padres fundó con su pingüe herencia un convento de monjas en cierto
heredamiento que le pertenecía en el pago llamado Deibia o Deisla, no
conociéndose hoy en qué parte del término de Toledo estaba situado
A la muerte de su tío, san Eugenio III,
fue nombrado Arzobispo de Toledo, cuya silla ocupó el 1 de diciembre del año
659, no sin haberla con insistencia rehusado. Compuso, apenas elevado a la
nueva dignidad, un libro que tituló "De virginitate perpetua Sanctae
Mariae adversus tres infidelis", para combatir los errores de la secta
joviniana. La tradición asegura que la Virgen María se le apareció y le impuso
una casulla.
Su cuerpo fue sepultado en la iglesia de
Santa Leocadia, por haber nacido en santo en unas casas pertenecientes a
aquella colación, no lejos de la parroquia de san Román, en lo que fue luego
casa de los jesuitas. Cuando la invasión de los árabes, los toledanos, que con
las reliquias de sus santos y los sagrados vasos huyeron hacia las montañas de
Asturias trasladaron el cuerpo del santo a Zamora.
Dejó escritos, además del tratado "De
virginitate", antes mencionado, otro con el título "De cognitione
baptismi, De itinere vel progresso espirituali diserti quo pergitur post
baptismum", la continuación de libro de los "Ilustres varones",
de san Isidoro, y dos cartas, respuestas a otras que le dirigió Quirico, Obispo
de Barcelona.
Oración de San Ildefonso a la Santísima Virgen María
Oh
clementísima Virgen!,
que con mano piadosa repartes vida a los muertos,
salud a los enfermos,
luz a los ciegos,
solaz a los desesperados
y consuelo a los que lloran.
que con mano piadosa repartes vida a los muertos,
salud a los enfermos,
luz a los ciegos,
solaz a los desesperados
y consuelo a los que lloran.
Saca
de los tesoros de tu misericordia
refrigerio para mi ánimo quebrantado,
alegría para mi entendimiento
y llamas de caridad para mi durísimo pecho.
refrigerio para mi ánimo quebrantado,
alegría para mi entendimiento
y llamas de caridad para mi durísimo pecho.
Sé
vida y salud de mi alma,
dulzura y paz de mi corazón
y suavidad y regocijo de mi espíritu.
dulzura y paz de mi corazón
y suavidad y regocijo de mi espíritu.
Y,
pues, tú eres estrella clarísima del mar,
madre llena de compasión,
endereza mis pasos,
defiéndeme de riesgos de enemigos,
aléjame de todo mal y maldad,
hasta aquella postrera y suspirada hora en la cual,
asistido de tu auxilio,
enriquecido con tu gracia,
vencidas las enemistades del infernal dragón,
salga de este mundo
para los eternos y seguros gozos
de la vida bienaventurada.
madre llena de compasión,
endereza mis pasos,
defiéndeme de riesgos de enemigos,
aléjame de todo mal y maldad,
hasta aquella postrera y suspirada hora en la cual,
asistido de tu auxilio,
enriquecido con tu gracia,
vencidas las enemistades del infernal dragón,
salga de este mundo
para los eternos y seguros gozos
de la vida bienaventurada.
Amén.
Fuente: ACI