
Al final del Mensaje, el Papa Francisco propone a todas las personas de buena voluntad que se unan al Pacto Mundial sobre la Educación, un pacto para generar un cambio a escala planetaria, para que la educación sea creadora de fraternidad, paz y justicia. Una necesidad aún más urgente en esta época marcada por la pandemia.
Las palabras del
Santo Padre fueron comentadas, a distancia, por la Directora General de la
UNESCO Audrey Azoulay - a través de un mensaje de video - y, en la Universidad
Pontificia, por los responsables de la Congregación para la Educación Católica:
el cardenal Giuseppe Versaldi y el arzobispo Angelo Vincenzo Zani. Junto a
ellos, hablaron los rectores de la Lateranense, Prof. Vincenzo Buonomo, y de la
Universidad Católica del Sagrado Corazón, Franco Anelli, y la socióloga Silvia
Cataldi, profesora de la Universidad "La Sapienza" de Roma. El video
mensaje del Papa también fue comentado por los jóvenes estudiantes, los
primeros destinatarios del mensaje del Santo Padre.
Unir esfuerzos y
crear alianza educativa
Recordamos que este
encuentro de hoy, retoma el llamamiento hecho por el Santo Padre el 12 de
septiembre de 2019: "Es necesario unir esfuerzos y crear una alianza
educativa -dijo- por eso deseo reunirme con vosotros en Roma", y luego
reiterado en la invitación a los embajadores de todo el mundo, reunidos con
motivo del discurso ante el Cuerpo Diplomático (9 de enero de 2020).
En su mensaje, la
directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, agradeció al Papa por su
compromiso con la construcción de la paz a través de la educación y por su
confianza en el papel que la UNESCO puede desempeñar en esta misión, esta
organización comparte la visión de una “educación humanista basada en la
dignidad y los derechos humanos, la paz y la ciudadanía, la ecología, la
solidaridad y el desarrollo. La educación no puede limitarse a sus funciones
económicas o utilitarias”, dijo Azoulay.
La educación es un
bien común
Y retomó la nueva
encíclica de Francisco, Fratelli tutti, para recordar que la “educación es un
bien común que permite "reavivar entre todos, la aspiración mundial a la
fraternidad", y esta es la condición”, dijo la directora, para una
sociedad solidaria que respete la persona humana, su dignidad, pero también el planeta,
que es nuestra "casa común", señaló.
Con la pandemia, ha
surgido una “crisis educativa sin precedentes, ya que alrededor de 1.600
millones de alumnos y estudiantes en el mundo se han visto privados de sus
aulas, lo que ha puesto de relieve y acentuado toda una serie de desigualdades,
especialmente las sociales”, señaló Azoulay y recordó que el 40% de los países
menos favorecidos no han podido establecer las disposiciones específicas para
la continuidad del aprendizaje. Esta situación afecta principalmente a los más
vulnerables, por ejemplo, al África subsahariana, donde más del 80% de los
alumnos no tienen acceso a la Internet en sus hogares.
Con esta crisis, se
ha desatado la "globalización de la indiferencia" y a veces de la
violencia, con un odio contra los más vulnerables, contra los migrantes, contra
las poblaciones discriminadas y, muy a menudo, contra las mujeres. Lo que la
crisis de COVID parece haber confirmado, revelando la fragilidad de nuestros
sistemas educativos, así como la fragilidad de nuestras sociedades, señaló la
directora, es la necesidad de una nueva planificación, un nuevo compromiso de
toda la sociedad con la educación.
“Un pacto
deseado por Su Santidad, que considera la educación en todo su alcance global,
compartido e integral”.
La UNESCO, la
principal organización de las Naciones Unidas para la educación. Es una
organización mundial que reúne a 193 estados miembros de todos los continentes.
La UNESCO ve la educación como una visión compartida e integral que pone al ser
humano, su empatía, su dignidad, en el centro, para hacer de la educación el
pilar de la refundación de nuestras sociedades, dijo la directora al hablar de
la organización y por tanto, dijo, este pacto mundial hace parte de los
objetivos que busca la UNESCO.
Seguidamente la
directora elenco algunas Acciones de la UNESCO:
En primer lugar, la
UNESCO pone en marcha medidas urgentes para responder a la crisis a través de
la Coalición Mundial para la Educación, una coalición que reúne a más de 150
asociados activos en más de 70 países; una coalición que trabaja para apoyar la
continuidad del aprendizaje, cuando y donde sea posible.
Se centra en la
acción a medio y largo plazo a través del compromiso con la educación ciudadana
global. Esto implica aprender a respetar a los demás y a sus diferencias, a
luchar contra los prejuicios y a crear conciencia sobre nuestra humanidad
común, alcanzando una cultura de paz y respeto.
Esta cultura de
respeto no sólo debe aplicarse a otras personas, sino también al mundo natural.
Por esta razón, la UNESCO está cada vez más comprometida con la educación
ambiental, lo que nos permite, dijo la directora, reparar otro pacto, el que
existe entre el hombre y la naturaleza, “para reconstruir estos cimientos,
necesitamos una visión de futuro a largo plazo. Por eso hemos iniciado algunas
reflexiones internacionales sobre el futuro de la educación, con el apoyo de
actores de la sociedad civil de todo el mundo. Al involucrar a toda la
comunidad de aprendizaje, podremos establecer la educación como un bien común
global, para el 2050 y más allá”, esto es lo que le debemos a nuestros jóvenes,
dijo por último.
Por lo tanto, señaló,
la UNESCO se siente honrada de estar con ustedes, de formar parte de este Pacto
Mundial de Educación, porque sus objetivos reflejan los nuestros. También
queremos construir un mundo basado en la equidad, la solidaridad y la dignidad,
a través de la cooperación internacional y la educación, poniendo de relieve
nuestra humanidad compartida.
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
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