La parroquia San Francisco
de Asís cede cinco salones al colegio para que pueda desdoblar clases
Justo
enfrente de la parroquia San Francisco de Asís, en Puente de Vallecas, se
encuentra el colegio La Milagrosa. Hasta marzo de este año, todos los niños
acudían con normalidad a sus clases; ahora, parte de ellos han comenzado a
recibirlas en los salones parroquiales.
«Me
llamó el director del colegio en junio para ver si, en el caso de que se
necesitara, cabría la posibilidad de utilizar los espacios de la parroquia»,
cuenta el párroco, Roberto Guerrero, franciscano. Y le dijo que sí, por
supuesto, porque «las salas por las mañanas, que es cuando los niños están en
los colegios, no se usan».
El
colegio ha utilizado el salón grande (con capacidad en condiciones normales
para unas 50 personas) y otros cuatro, también espaciosos, en los que reciben
clase desde este jueves, 17 de septiembre, 70 alumnos de 4º, 5º y 6º de
Primaria. Desde el centro habían acondicionado las salas llevando los pupitres,
las sillas y el material informático, y por supuesto gel hidroalcohólico y
mascarillas. «Baños ya hay aquí, así que no había problema», explica el
sacerdote.
«De
no ser por la parroquia –reconoce el director del colegio, Álvaro Parra– no
hubiéramos podido organizar los grupos de convivencia estable. Es un alivio y
una ayuda». Cuenta que el primer día de vuelta al cole los niños estaban
expectantes y quizá un poco desconcertados, pero «los profesores les han
explicado las circunstancias y al final se adaptan a todo; lo entienden mejor
que sus padres seguro». Para el equipo docente también es extraño aunque «la
parte positiva de estar en la parroquia es que tienen ratios muy pequeñas:
algunos han pasado de 25 alumnos a diez».
Otra
ventaja es que al estar ambos edificios uno frente a otro, los niños pueden
pasar al centro educativo a comer y al recreo, organizados por turnos y con
autorización de los padres porque hay que cruzar la calle. Ningún problema para
las familias; como señala el padre Roberto, al estar «puerta con puerta» no les
supone un inconveniente añadido llevarlos al nuevo colegio. «Están muy
contentas de que la parroquia haya echado una mano porque eso es seguridad para
sus hijos», resume.
La
relación de San Francisco de Asís con La Milagrosa viene de hace años; los
sacerdotes son los que atienden pastoralmente a los alumnos y los acogen en las
celebraciones religiosas «porque no tienen capilla»: el Miércoles de Ceniza, en
Navidad… Además, muchas de las familias del colegio están ligadas a la
parroquia a través de las catequesis de sus niños.
Contagios
de coronavirus
«Aquí
en Vallecas no palpamos esa situación dramática de contagios de la que se
habla», explica el párroco. «Eso sí, en las viviendas igual vive una familia de
cuatro que tiene alquiladas dos habitaciones, y se juntan conviviendo nueve
personas en un piso pequeño y con un solo baño… Así es lógico que se
contagien».
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| Dominio público |
E insiste: «Aquí no pasa nada, vamos a comprar el pan, decimos Misa, eso sí, mantenemos la distancia…». Porque la seguridad la llevan a rajatabla: con un aforo limitado a 200 personas –«sí, el templo es muy grande, ¡lo llaman la catedral de Vallecas!»–, no entra nadie más de la cuenta: «Compré por Amazon un contador de personas y siempre hay un voluntario en la puerta controlando, y cuando llegan a 200, no pasan más».
