El
miércoles 8 de julio de 2020, a las 11.00, en el aniversario de su visita a
Lampedusa en 2013, el Papa Francisco celebrará la Santa Misa en la capilla de
la Casa Santa Marta
Dada
la situación sanitaria, sólo participará en la Eucaristía el personal de la
Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del
Desarrollo Humano Integral.
Una
cita a la que no hay que faltar, incluso con todas las precauciones ante el
Covid-19. También este año el Papa Francisco quiere celebrar con una Misa el
aniversario de su visita a Lampedusa, la isla situada entre Túnez e Italia,
frente a un brazo de mar "que en lugar de ser un camino de esperanza ha
sido un camino de muerte" para miles de migrantes. Lo hará el miércoles,
ahora que la Audiencia General está suspendida durante todo el mes de julio, en
la capilla de la Casa Santa Marta, a las 11.00 de la mañana. Dada la situación
sanitaria, afirma el Director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo
Bruni, "sólo participará en la Eucaristía el personal de la Sección de
Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano
Integral".
El
año pasado el Papa celebró la Santa Misa en el altar de la Cátedra, a la que
asistieron unas 250 personas entre inmigrantes, refugiados y aquellos que se
han comprometido a salvar sus vidas. En su primer viaje fuera del Vaticano,
Francisco quiso denunciar la "globalización de la indiferencia" que
hace que uno sea insensible a los gritos de los demás. Esa primera salida
oficial fuera de las murallas del Vaticano del Pontífice argentino ya llevaba
algunos de los signos que más tarde marcarían su pontificado: las periferias,
los últimos, los gestos cargados de significado.
En
una entrevista que abre el libro "In viaggio" de Andrea
Tornielli, el Papa cuenta que se sintió "tocado y conmovido" por las
noticias sobre los migrantes que murieron en el mar, "hundidos":
gente común, niños, mujeres, hombres que siguen perdiendo la vida aún hoy,
siete años después de ese viaje, en travesías de desesperación, a bordo de
embarcaciones a menudo improvisados, confiados y dirigidos por personas sin
escrúpulos.
Alessandro
Di Bussolo – Ciudad del Vaticano
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