Este
anuncio lo hizo el Óbolo de San Pedro en un mensaje enviado a los obispos y al
que tuvo acceso ACI Prensa
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Vaticano. Crédito: Daniel Ibáñez (ACI) |
El
Vaticano reconsiderará el uso de los fondos del Óbolo de San Pedro para que
sirva mayormente al sostenimiento de las obras a favor de los más pobres, y se
use en menor medida en los gastos de la Curia Romana y las nunciaturas.
Este
anuncio lo hizo el Óbolo de San Pedro en un mensaje enviado a los obispos y al
que tuvo acceso ACI Prensa.
El
mensaje llega luego del artículo publicado en diciembre de 2019 por The World
Street Journal, según el cual más de 55 millones de dólares del Óbolo de San
Pedro se destinan anualmente “a cerrar el agujero en el propio presupuesto
administrativo del Vaticano, mientras que solo el 10% se gasta en obras de
caridad”.
El
diario, que citó fuentes “familiarizadas con los fondos”, afirmó que este uso
del Óbolo es “conocido solo por altos funcionarios del Vaticano” y “está
generando preocupación entre algunos líderes de la Iglesia Católica de que los
fieles estén siendo engañados por el uso de sus donaciones”.
La
controversia generada, más las consecuencias financieras que está trayendo la
pandemia del coronavirus COVID-19, hacen probable que este año el Óbolo de San
Pedro recaude menos dinero.
La
colecta anual del Óbolo de San Pedro se realiza principalmente el 29 de junio,
Solemnidad de San Pedro y San Pablo, o el domingo más próximo a esta fecha. Sin
embargo, debido a la pandemia del coronavirus, este 2020 se llevará a cabo el 4
de octubre.
En
su mensaje a los obispos, el Óbolo de San Pedro recordó que la colecta, a la
que contribuyen los fieles de todo el mundo, “tiene un doble propósito: 1°
Sostener la misión universal del Sucesor de San Pedro, quien, para tal efecto,
se sirve de un conjunto de organismos, que toman el nombre de Curia Romana, y
más de cien representaciones pontificias dispersas por todo el mundo; 2°.
Apoyar las obras de caridad del Papa en favor de los más necesitados”.
“Las
dos finalidades –apoyar la actividad de la Santa Sede y contribuir a las
iniciativas de asistencia humanitaria y desarrollo– ciertamente no se
contraponen, si dicha colecta se invierte éticamente. De hecho, el resultado de
las inversiones puede garantizar la continuidad y sostenibilidad de la acción
de la Santa Sede a lo largo del tiempo”, aseguró.
Sin
embargo, indicó que “en la actualidad el Óbolo de San Pedro se usa
principalmente para sostener las estructuras centrales de la Iglesia, a través
de las cuales el Papa gobierna la Iglesia universal”. Ante ello, informó que
“se está llevando a cabo un proceso de estudio y reflexión dentro de la Santa
Sede para identificar modos de reducir esta prevalencia en función al
aumento destinado a fines benéficos, como sería posible, por ejemplo, en el
caso de un incremento en los ingresos del fondo del c. 1271 CIC”.
El
canon 1271, recordó el Óbolo, “concierne a los obispos, quienes – por el
vínculo de unidad con el Sucesor de Pedro y de acuerdo con las posibilidades de
sus propias diócesis – están llamados también a ayudar a la Sede Apostólica
para que pueda obtener los medios que necesita para su servicio a la Iglesia
universal”.
“A
diferencia del Óbolo de San Pedro, que es una ofrenda gratuita del Pueblo de
Dios, esta contribución [el canon 1271], prevista por el derecho, no tiene una
finalidad caritativa, sino que está destinada exclusivamente a las actividades
institucionales de la Santa Sede”, indicó.
El
mensaje explicó cómo a lo largo de la historia se sostuvo el servicio de la
Iglesia, y destacó que el Óbolo de San Pedro “tiene una profundidad y dimensión
grande”, pues además del valor práctico, tiene también uno simbólico “como
signo de comunión con el Romano Pontífice, por lo que no está fuera de lugar
decir que el Óbolo de San Pedro también es una manifestación del sentido de
pertenencia a la Iglesia y del amor a su Cabeza visible”.
Fuente:
ACI Prensa