Memoria
llena
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
A
lo largo del día, muchas veces decimos “¡Esto es de reto!”. Como yo soy muy
olvidadiza, en cuanto me sucede, rápidamente trato de fijar la anécdota en mi
memoria, para más tarde, con el Señor, orarla.
Hace
dos días me sucedió algo “de reto”. Rápidamente lo fiché, pero aquel día no
llegué a escribir nada en la oración. “Bueno, para mañana”, me dije.
Al
día siguiente, a primera hora de la mañana, estaba con Joane. No sé qué
estábamos comentando, ¡pero era de reto! Claro que era un detalle pequeño; no
lo recuerdo porque no lo fiché, ¡tenía ya la anécdota del día anterior en la
cabeza!
Sin
embargo, esa tarde, en la oración, cuando le presenté al Señor la anécdota que
tan celosamente había guardado... ¡no me salía nada!
Entonces
sentí dentro de mí que el Señor me decía: “Por agarrarte a lo antiguo que
tenías, te has perdido la novedad que Yo te ofrecía”.
¡Era
verdad! ¡Y cuántas veces me pasa eso! Fue entonces cuando descubrí una nueva
luz en aquella Palabra: “El amor del Señor se renueva cada mañana”.
¡Qué
importante es ese amor capaz de renovarse! Puedes conocer muchas cosas de
Jesucristo, y tal vez pienses que con eso te basta, ¡pero es que Él quiere
regalarte algo nuevo hoy! Quiere que cada día Le conozcas un poco más.
Y,
cada uno de nosotros, cuando nos ponemos en manos del Señor, ¡estamos en
proceso! Él nos lleva a dar cada día un paso más, nos invita a cambiar, a
mejorar... Y eso te ocurre a ti, ¡y al hermano que tienes a tu lado! ¿Te
quedarás con lo que conoces de él, o te abrirás a descubrir algo nuevo? ¡Te
aseguro que puedes sorprenderte!
El
amor se mueve en el presente, abre los ojos para descubrir las maravillas que
esconde el “hoy”, ¡y así disfrutar de cada instante!
Hoy
el reto del amor es que te dejes sorprender. ¡Cristo te ofrece una jornada
nueva, irrepetible! Lo que sucedió ayer, pertenece a su misericordia: ¡Él
vuelve a amarte hasta el extremo! Vive este día como una oportunidad
completamente nueva. Y hoy acércate a esa persona que tanto quieres, interésate
por lo que está viviendo, ¡hazle sentir tu cariño! No lo des por supuesto,
¡renueva tu amor! ¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma
