De niño soñaba con ser
militar, pero también sacerdote: esta última vocación ha prevalecido
![]() |
| Etienne Portalis fue ordenado el pasado 21 de junio en Vannes (Francia) / CARF |
Estas semanas
las diócesis de todo el mundo están ordenando a sus nuevos sacerdotes en un
tiempo excepcional marcado por la pandemia mundial de coronavirus y las iglesias de medio
mundo cerradas.
Y en este
contexto acaba de ser ordenado en Vannes (Francia) Étienne Portalis, que abandonó su carrera como oficial del
Ejército,
cuya vocación será muy necesaria en un país con gran necesidad
de sacerdotes.
Portalis tiene 28 años y se ordenó el pasado 21 de
junio. Durante estos años se ha formado en el Colegio Eclesiástico Sedes Sapientiae
de Roma gracias a una beca del Centro
Académico Romano Fundación (CARF). Y será sacerdote en la
Bretaña, una región tradicionalmente católica y tradicional colindante a la
Vendeé, y que en parte también se rebeló contra el odio anticatólico durante
la Revolución Francesa.
Después de seis años de formación en Roma, recibió la ordenación
diaconal en septiembre de 2019 por imposición de manos de Monseñor Raymond
Centène, el mismo obispo que le ha ordenado sacerdote, única ordenación este
año en la diócesis.
Étienne nació en Toulon en agosto de 1992 y al
igual su hermano mayor, al recibir el bautismo fue consagrado a Notre Dame.
“Crecí en Cherburgo hasta el verano de 2005, cuando nació mi séptimo hermano y mi familia al completo se
estableció en Lorient”, cuenta este nuevo sacerdote.
Su sueño de ser oficial militar
Su familia es
profundamente católica y en la importancia de esta fe fue educado. Junto a todos
sus hermanos y sus padres iban a misa los domingos y rezaban por las noches.
Además, aprovechaban las vacaciones para visitar distintas abadías
benedictinas.
Étienne Portalis asegura que “cuando era pequeño pensé en ser
sacerdote, luego militar. La lógica infantil me hizo decidir con bastante
rapidez. ¡Seré un capellán militar!”. Ahí quedaron de manifiestos sus dos
grandes vocaciones. Quedaba por ver cuál prevalecería sobre la otra.
En la universidad de Saint Louis en Lorient
descubrió otras realidades cristianas. Al final de su tercer año universitario,
su padre le animó a participar en un camino vocacional en la casa de Jean-Paul
II en Sainte Anne d’Auray, “pero me
negué categóricamente. Yo quería seguir siendo militar”, señala.
Sin embargo, experimentó una fuerte llamada al
sacerdocio durante una misa en Belle-Île, mientras acompañaba a un grupo de
estudiantes universitarios en una actividad parroquial. Aún así, en septiembre
de 2010 comenzó a prepararse para las pruebas de ingreso en la más prestigiosa escuela militar de
Francia: San Cyr.
“Gracias
al clima espiritual que me transmitió el capellán militar de la escuela, los
dos años de preparación me ayudaron a crecer en mi fe y a discernir
que la vida de un soldado no era para mí. Después de una peregrinación desde
Asís a Siena y un primer contacto con un formador de la diócesis, abandoné el
sable para elegir el hisopo en agosto de 2012”, relata Étienne.
Étienne Portalis pronunció unas palabras tras
finalizar la ceremonia de su ordenación sacerdotal. Su familia le ha apoyado en su camino vocacional. Tiene
seis hermanos. Sus padres le educaron en la fe católica y todas las noches
rezaban juntos en familia. La Bretaña es una región un tanto especial: de
lengua céltica, con tradiciones muy antiguas y arraigadas, cuenta con un
porcentaje de católicos más elevado que la media nacional.
Campamentos de verano
Su familia le apoyó en su decisión y en el nuevo
viaje de su vida. En septiembre de 2013, Mons. Centène le envió a Roma, al
Colegio Eclesiástico Sedes Sapientiae.
“Durante estos años de preparación y estudio,
también he participado en la vida de mi diócesis, sobre todo durante los
veranos. Entre otras actividades, he colaborado en los campamentos y en las
misiones. ¡Desde los ocho años
he ido a campamentos todos los veranos y no sé qué haría sin uno de ellos!”,
comenta.
Este nuevo sacerdote francés pide a todos los
benefactores de CARF oraciones para que “Dios termine en mí lo que comenzó”. Desde 2010, Mons.
Centène ha enviado a varios seminaristas al Sedes. Étienne es el cuarto que
recibe la ordenación sacerdotal. Le han precedido Jean (2015), David (2018) y
Johann (2019).
Fuente: ReL
