La Comunidad católica de Sant´Egidio ha hecho un llamamiento europeo advirtiendo del peligro
que han corrido muchos ancianos durante la pandemia del coronavirus
El manifiesto titulado:
"Sin ancianos no hay futuro" Sant’Egidio impulsa un llamamiento
para humanizar nuestras sociedades. "¡No a una sanidad selectiva!",
gritan desde esta comunidad.
Ante el
gran sufrimiento y la estremecedora cifra de muertes de ancianos en muchos
países europeos durante la pandemia COVID-19, Sant’Egidio pide que se reafirmen con fuerza los principios de igualdad
de tratamiento y derecho universal de asistencia
sanitaria, así como para se dediquen todos los recursos necesarios para
proteger el mayor número posible de vidas, humanizando el acceso a la atención
sanitaria para todos.
"Sacrificar vidas en beneficio de otras"
"Nos
preocupan las tristes historias de mortandades de ancianos en residencias. Se está abriendo paso la idea de que se pueden
sacrificar sus vidas en beneficio de otras. El papa Francisco
lo define como "cultura del descarte": privar a los ancianos del
derecho a ser considerados personas relegándolos a ser solo un número y, en
algunos casos, ni siquiera eso", expone esta organización en el
manifiesto.
Asimismo, denuncian que "en muchos países, ante la necesidad de atención sanitaria está
surgiendo un modelo peligroso que fomenta una "sanidad selectiva"
que considera residual la vida de los ancianos. Así, su mayor vulnerabilidad,
su avanzada edad y el hecho de que pueden ser portadores de otras patologías
justificarían una forma de "elección" a favor de los más jóvenes y de
los más sanos".
Para
Sant’Egidio, resignarse a una solución de este tipo es "humana y
jurídicamente inaceptable. Lo es no solo según una visión religiosa de la vida
sino también según la lógica de los
derechos humanos y de la deontología médica. No se puede
avalar ningún "estado de necesidad" que legitime o dé cobertura al
incumplimiento de dichos principios".
Una
barbaridad
"La
tesis de que una menor esperanza de vida comporta una reducción
"legal" del valor de dicha vida es, desde un punto de vista jurídico,
una barbaridad. Que eso se produzca a través de una imposición (del Estado o de
las autoridades sanitarias) ajena a la voluntad de la persona representa un intolerable atropello añadido de los derechos
de la persona", subraya el manifiesto.
Esta
Comunidad católica reivindica la aportación de los ancianos que "sigue
siendo objeto de importantes reflexiones en todas las culturas. Es fundamental
en la trama social de la solidaridad entre generaciones. No podemos dejar morir a la generación que
luchó contra las dictaduras, que trabajó por la reconstrucción
después de la guerra y que edificó Europa.
Por esta
razón, Sant’Egidio considera que es "el momento de dedicar todos los
recursos que sean necesarios para proteger el mayor número de vidas posible y
para humanizar el acceso a la atención sanitaria para todos. Que el valor de la
vida sea siempre igual para todos. Quien rebaja el valor de la vida frágil y
débil de los más ancianos, se prepara para quitarle el valor a todas las
vidas".
Que no sean
considerados inútiles
Con este
llamamiento, la comunidad expresa su dolor y preocupación por el elevado número
de ancianos que han fallecido en estos meses y "esperamos que se desate
una revuelta moral para que
cambie la dirección en la atención sanitaria a los ancianos y para que estos,
sobre todo los más vulnerables, jamás sean considerados un peso o, aún peor,
inútiles".
El
manifiesto europeo ha sido firmado por el fundador de Sant’Egidio Andrea
Riccardi, junto a destacadas personalidades de la política, las letras, la
cultura y los negocios, como el expresidente de Italia y de la Comisión
Europea, Romano Prodi o el
expresidente de Gobierno de España, Felipe González.
También el filósofo y
catedrático Manuel Castells, Stefania Giannini, directora adjunta de la UNESCO,
Irina Bokova, ex directora de UNESCO, Jeffrey Sachs, director de UN Sustainable
Development Solution Network, entre otros.
Fuente: ReligionConfidencial