Sin
ella “no se puede entender el Evangelio”
Misa en la Casa Santa Marta, 6 mayo 2020 © Vatican Media |
“Ayer
recibí una carta de un grupo de artistas: agradecían la oración que hicimos por
ellos. Me gustaría pedirle al Señor que los bendiga porque los artistas nos
hacen entender qué es la belleza y que sin la belleza no se puede entender el
Evangelio. Oremos nuevamente por los artistas”.
Estas
son las palabras de introducción del Papa Francisco en la Misa celebrada en la
Casa Santa Marta ayer, 7 de mayo de 2020, jueves de la cuarta semana de Pascua,
informa Vatican News.
La
Eucaristía fue transmitida por el medio vaticano y la página de Facebook de zenit,
debido a la crisis del coronavirus.
En
la homilía, el Santo Padre meditó sobre el pasaje de los Hechos de los
Apóstoles (Hechos 13, 13-25) en el que Pablo llega a Antòchia en Pisia y
explica la historia del pueblo de Israel en la sinagoga, anunciando que Jesús
es el Salvador esperado.
Así,
Francisco relató que cuando Pablo explica la nueva doctrina habla de la
historia de la salvación, detrás de Jesús hay una historia: “Una historia de
gracia, de elección, de promesa”.
La razón de la fe
El
Señor eligió a Abraham y caminó con su pueblo, por ello, “cuando se le pide a
Pablo que explique la razón de la fe en Jesucristo, no comienza con Jesucristo:
comienza con la historia. El cristianismo es una doctrina, sí, pero no solo. No
solo son las cosas en las que creemos”, puntualizó.
El
Papa describió que se trata de una historia que trae “esta doctrina que es la
promesa de Dios, el pacto de Dios, de ser elegida por Dios. El cristianismo no
es solo una ética”, recalcó, “tiene principios morales, pero no somos
cristianos solo con una visión ética”, es mucho más.
El cristianismo,
pertenencia a un pueblo
En
esta línea, señaló que el cristianismo no es una élite de personas elegidas por
la verdad, la Iglesia no tiene un sentido elitista que permanece en la
concepción que algunos defienden: “Yo soy esa institución, pertenezco a este
movimiento que es mejor que el tuyo”.
“No,
el cristianismo no es esto: el cristianismo pertenece a un pueblo, a un pueblo
elegido por Dios gratuitamente. Si no tenemos esta conciencia de pertenecer a
un pueblo, seríamos cristianos ideológicos, con una pequeña doctrina de
afirmación de la verdad, con una ética, con una moral” o considerándonos “una
élite, nos sentimos parte de un grupo elegido por Dios – los cristianos – otros
irán al infierno o si se salvan es por la misericordia de Dios, pero ellos son
los descartados”, aclaró el Pontífice.
Y
agregó que “si no tenemos conciencia de pertenecer a un pueblo, no somos
verdaderos cristianos”. Es por ello que Pablo, reiteró el Obispo de Roma,
revela a Jesús a partir de la pertenencia a un pueblo.
“Muchas
veces caemos en estas parcialidades, ya sean dogmáticas, morales o elitistas.
El sentido de la élite es lo que nos hace tanto mal y perdemos ese sentido de
pertenencia al santo pueblo fiel de Dios, a quien Dios eligió en Abraham” y le
hizo la gran promesa que es Jesús, lo hizo caminar con esperanza.
“Conciencia de pueblo”
Esto,
prosiguió el Obispo de Roma, significa tener “conciencia del pueblo”. Debemos
“transmitir la historia de nuestra salvación”, la memoria de un pueblo, de ser
un pueblo.
“En
esta historia del pueblo de Dios, hasta llegar a Jesucristo, hubo santos,
pecadores y mucha gente común, buena, con virtudes y pecados, pero todos. La
famosa ‘multitud’ que siguió a Jesús, que tenía un sentido de pertenencia a un
pueblo”, desveló.
Pueblo santo y fiel
Para
el Papa Francisco, la desviación “más peligrosa” de los cristianos de todos los
tiempos, es sin duda “la falta de memoria de pertenecer a un pueblo”.
Cuando
esto falta, surgen “dogmatismos, moralismos, éticas, movimientos elitistas.
Falta el pueblo. Un pueblo pecaminoso siempre, todos lo somos, pero que no
cometen errores en general, que tiene la sensación de ser un pueblo electo, que
camina detrás de una promesa y que hicieron una alianza que quizás no cumple,
pero conoce”.
Por
último, de acuerdo a la citada fuente, el Santo Padre exhortó a pedir al Señor
esta conciencia de pueblo, que Nuestra Señora cantó en el Magníficat y Zacarías
en el Benedictus: “conciencia del pueblo: somos el pueblo santo y fiel de Dios”
que “en su totalidad tiene el instinto de fe y es infalible en esta forma de
creer”.
Comunión espiritual,
adoración y bendición eucarística
Como
ya es habitual, después de estas palabras, el Papa ha invitado a hacer la
Comunión espiritual con esta oración: “A tus pies, oh Jesús mío, me inclino
y te ofrezco el arrepentimiento de mi contrito corazón que se aviva en su nada
y en tu santa presencia. Te adoro en el sacramento de tu amor, la inefable
Eucaristía. Deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece;
esperando la felicidad de la comunión sacramental, quiero poseerte en espíritu.
Ven a mí, oh Jesús mío, que vengo a Ti. Que tu amor inflame todo mi ser por la
vida y la muerte. Creo en Ti, espero en Ti, te amo”.
Francisco
finalizó la celebración con la adoración y bendición eucarística y ntes de
abandonar la capilla, dedicada al Espíritu Santo, se entonó el Regina
Caeli, antífona mariana cantada durante el tiempo de Pascua:
Regína caeli laetáre,
allelúia.
Quia quem merúisti
portáre, allelúia.
Resurréxit, sicut dixit,
allelúia.
Ora pro nobis Deum,
allelúia.
Larissa I. López
Fuente: Zenit