El
pasado 5 de mayo la parroquia de Santa María Magdalena, en la localidad de
Ciempozuelos, Madrid (España) amaneció con una pintada escrita: “La única iglesia
que ilumina es la que arde”
El
P. Julián Lozano, uno de los sacerdotes de la parroquia, condenó esta pintada a
través de un vídeo publicado en Facebook e hizo una profunda reflexión al
respecto.
“Que
parte de la sociedad española estaba enferma antes del coronavirus ya lo
sabíamos. Enferma de ignorancia, enferma de odio y enferma de ideología. Pero
no deja de ser doloroso comprobarlo”, precisa.
El
P. Lozano se cuestiona en el vídeo sobre el motivo para que se haya realizado
esta pintada y se desee “hacer arder el templo de Santa María Magdalena”,
“quizás porque en estos 50 días la parroquia ha atendido a los enfermos de
coronavirus en el hospital de Valdemoro, quizás porque la parroquia a través de
Cáritas y un montón de voluntarios ha atendido las necesidades de decenas de
familias que han pedido ayuda para las compras”.
“Quizás
porque a través de hermandades se han hecho proyectos de batas y mascarillas
que se han ofrecido generosamente a quien las necesitase, también a residencias
a las que ha bajado voluntarios de la parroquia, residencias muy golpeadas por
el coronavirus”, pregunta.
También
precisa que hace unas semanas realizó “una crítica respetuosa que realicé sobre
la gestión del gobierno”.
Y
asegura que espera que no sea ese el motivo por el que han hecho la pintada.
“Espero
que no sea eso, que no sea la libertad de expresión lo que hace que algunos
piensen que es mejor prender fuego a una iglesia”, afirma.
Sin
embargo subraya que “la confianza es más fuerte que el dolor. Yo sé que la
gente, la mayoría de la gente es gente de bien que apoya a la parroquia. Confío
que todos condenen este acto triste y confío en que nos sigan apoyando para
seguir ayudando”.
También
aseguró que confía en que “quien haya hecho esta pintada, recapacite y cambie
de actitud”.
Y
animó a que “los cristianos tomemos nota de algo que es verdadero en la
pintada. Y es que para que la iglesia ilumine es necesario que arda. Que arda
del amor de Dios, que arda de caridad, pero también de verdad y de libertad a
la hora de expresarnos, a la hora de compartir nuestras opiniones con respeto y
siempre para construir”.
Fuente:
ACI Prensa