4
mililitros por un litro
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace
unos días nos han regalado un viricida (desinfectante específico para virus)
para cuando limpiemos la iglesia, la ropa, el felpudo, el portal... vamos,
donde antes usábamos lejía, ahora es este producto.
Al
explicarnos cómo se usaba, me dijeron que, con una jeringuilla, solo se echan 4
ml. por un litro de agua. El señor que nos lo estaba enseñando me vio la cara y
me dijo:
-Hermana,
no es necesario echar más. Espere, lo probamos: traiga agua y verá cómo, al
hacer la mezcla, huele ya a desinfectante.
Personalmente,
4 ml. me parecían una miseria, pero lo hicimos, y tenía razón: eso poco era
suficiente para transformar todo el litro de agua.
Cuando
me fui, le preguntaba al Señor cuáles son mis 4 ml. para que mi vida se
transforme, y me daba cuenta de que es el Amor.
Pero
amar, entregarme, darme, servir... es más fácil. Lo que realmente me cuesta es
dejarme amar, dejarme cuidar, dejarme servir... Porque es verdad que, lo que
realmente me transforma, es sentirme amada.
Cuando
descubrí la vocación, mi vida cambió totalmente. Lo que experimenté fue el amor
de Cristo en mí; este amor fue el que me cambió totalmente. Y en mi vida, cuando
me dejo amar por Él y por los demás, todo es tan distinto... Se experimenta un
gozo distinto a cuando amas.
Cristo
nos ha creado el corazón para amar y ser amados. No podemos olvidar ninguna de
las dos cosas. Porque el Amor es el que hace que todo se transforme.
A
veces no damos importancia a las cosas pequeñas y las dejamos de lado, pero,
¡qué va!, es en lo sencillo, en lo pequeño, donde está la grandeza.
Jesús
nos dice que el que es fiel en lo poco es fiel en lo mucho. Nos dice que, de
los que son como niños, es el Reino de Dios. En lo sencillo, no en lo simple,
está un tesoro escondido. Muchas veces no entendemos a Dios porque lo
complicamos mucho. Él es puro Amor, y te ha dicho que te ama y te quiere feliz.
Por ello, acógelo en tu corazón: serán los 4 ml. que necesitas para que todo se
transforme. Cree y verás obras grandes.
Hoy
el reto del amor es dejarte amar, cuidar. Cuida esa llamada que recibirás o ese
gesto de cariño que tendrás; estate atento al mensaje de Amor que hoy llegará a
ti y acógelo en tu vida. Luego, dale gracias al Señor por ello.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma