¿Cómo
ves la lechuga?
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
teníamos cocina, estaba limpiando la lechuga, tenía partes que ya estaban un
poco mal y las iba quitando mientras me decía un poco enfadada:
-¡Qué
mal están estas lechugas!
Pero
sentí en mi interior esa vocecita que muchas veces nos habla e interpela, que
me decía:
-¡Por
lo menos tienes lechugas para comer!
No
dejé escapar la respuesta, la acogí y empecé a dar gracias al Señor porque “por
lo menos tenemos lechugas” y, ¿sabes?, esto fue importante para mí en el día de
ayer, pues, todo lo que se me iba presentando después, lo viví desde la acción
de gracias, y me cambió el humor, la forma de ver las cosas.
Digamos
que estamos viviendo una situación que tiene toda la apariencia de una lechuga
que se hace difícil acoger y aceptar vivir en ella. Sin embargo, sigue teniendo
verde del que vivir y por el que dar gracias, un verde que va a lo esencial, a
lo más profundo de la persona.
Hoy
miro lo verde de este día y doy gracias por todas las personas que están
velando por nosotros, poniendo en riesgo su salud, doy gracias por los
sacerdotes que nos cuidan, porque tengo una Comunidad, una familia, un techo,
comida... Porque tengo al Señor que, pase lo que pase, sé que me acompaña y me
sostiene.
Vivir
en acción de gracias te ensancha el corazón, te ayuda a vivir tu presente de
una manera apasionante y no perder la capacidad de asombro. Hace que te
cerciores de que Cristo vela por ti y el corazón descanse.
Jesús
es todo Él agradecimiento, porque lo ha recibido todo de su Padre. Y ser
cristiano es entrar en ese amor, en ese agradecimiento: “Te doy gracias, Padre,
porque siempre me escuchas...” (cfr. Jn 11, 41-42).
Hoy
el reto del Amor es que des gracias por lo verde de la lechuga. Pide al Señor
que te muestre al menos tres cosas por las que dar gracias del día de hoy y,
esta noche, dadLe gracias en familia.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma