HOY EL RETO DEL AMOR ES QUE, CUANDO, A LO LARGO DE LA JORNADA TE ENCUENTRES UNA PERSONA “FRÍA...” LE PIDAS A CRISTO UNOS OJOS NUEVOS PARA VER ALGO BUENO EN ELLA

Con prisa

Hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

El otro día salimos Israel y yo a pasear por la huerta. Lo cierto es que íbamos de asombro en asombro: ¡todos los almendros están en flor!

Unos, blancos; otros, rosas; pero todos lucían montones de flores abiertas al máximo.

Evidentemente, algunas hermanas se quejan de que los almendros son unos exagerados, unos “árboles con prisa”. Basta que haga un poquito de calor, ¡y se piensan que ya ha llegado la primavera!

Pensándolo bien, creo que, en realidad, los almendros son unos árboles optimistas. Buscan lo bueno (un rayo de sol, una leve subida de temperatura...) y creen en ello hasta el punto de abrir sus flores y celebrar la llegada del buen tiempo.

Hay un himno que dice que el Señor “es como un almendro”. Siempre lo había entendido como un signo de la Resurrección (cuando los demás árboles aún lucen sus ramas desnudas, el almendro florece), pero hoy el Señor me ha regalado verlo de otra manera.

En efecto, Jesús es capaz de buscar lo bueno que hay en nosotros. Se fija en lo que tenemos de maravilloso, lo que podemos llegar a ser. Y Él es capaz de percibir nuestros cambios, por leves que sean... y florece de alegría.

Muchas veces a mí me sale quedarme con lo malo, con la dificultad (que parece que es lo más visible), y, sin embargo, Cristo nos asegura que en cualquier situación que vivamos con Él, encontraremos algo bueno. “Todo es para bien de los que aman a Dios”.

Cristo cree en ti como el almendro cree en la primavera aunque aún no haya llegado. Nuestro desafío ahora es creer en Él, saber que hay algo bueno aunque aún no lo veamos... ¡y florecer!

Hoy el reto del amor es que, cuando, a lo largo de la jornada, te encuentres con una persona difícil, “fría...” le pidas a Cristo unos ojos nuevos para descubrir algo bueno en ella. Con el calor de la confianza y el amor, ¡cualquier árbol llega a florecer! ¡Feliz día!

VIVE DE CRISTO

Fuente: Dominicas de Lerma