Él
siempre vence
Hola,
buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estoy
realmente impresionada, porque somos testigos de cómo el Señor está obrando en
medio de esta grave situación. En medio de la enfermedad, del virus que nos
acecha a todos, Cristo está haciendo lo que solo Él es capaz de hacer: sacar
Vida donde parece reinar la impotencia.
El
milagro se está dando en nuestros corazones, porque toda esta circunstancia
está sacando lo mejor en tantas personas. Nos ha devuelto el corazón, nos ha
abierto los ojos para poder ver a los demás como hermanos, para preocuparnos de
corazón por ellos, nos ha alentado a luchar todos a una.
Desde
todas las personas que están arriesgando su vida atendiendo a los enfermos,
poniendo orden en las calles, trabajando para que las necesidades básicas estén
cubiertas, nuestros sacerdotes... hasta personas que, desde su aislamiento,
están invirtiendo su tiempo en los demás: sacerdotes en cuarentena que alientan
a otros más jóvenes, conciertos y películas gratuitas para toda la familia,
ayuda para hacer la compra de las personas mayores, hasta algo tan sencillo
como personas que ponen sus dones al común haciendo tutoriales de canciones...
Un
vídeo emocionante del papa Juan Pablo II que nos hicieron llegar el otro día
resume lo que está sucediendo. En él decía:
“El
amor vence siempre. Como Cristo ha vencido, el amor ha vencido. El Amor vence
siempre, aunque en ocasiones, ante sucesos y situaciones concretas, pueda
parecernos impotente... ¡Cristo parecía impotente en la Cruz también! Dios
siempre puede más.”
Esta
Cuaresma va a ser única en nuestra vida, porque esperamos que algo así no
vuelva a sucedernos, y, por tanto, si es única, también es una oportunidad para
abrir tu corazón al Señor, para dejar que también dentro de ti venza y
transforme tu vida en un Don para los demás.
Tu
vida no es fruto de la casualidad, eres un proyecto del Amor de Dios, ha
pensado para ti una misión, y para ello te ha dado unos Dones y la Vida. Pídele
que entre fuerte en todo tu ser, que también tus ojos puedan ver cómo actúa Él
en ti y a través de ti en los demás.
Hoy
el reto del amor es dejar que Cristo venza en ti. Entrégale al Señor tu tiempo,
tus manos, tus cosas y deja que Él muera por ello y te lo devuelva resucitado.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma