Desafíos
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Este invierno
está siendo verdaderamente… un invierno. Hacía varios años que, en esta época,
no hacía tanto frío. Pero este año es un invierno típico de Burgos.
El frío es algo
que acepté cuando entré en el convento. El Señor me regaló una mansión para
vivir: un jardín inmenso, unos claustros grandísimos, unas celdas amplias casi
como un apartamento, y unas salas grandes de recreo y trabajo. Realmente, una
mansión. Pero tiene el inconveniente de los techos muy altos, necesarios para
nuestra vida, y puertas y ventanas que no cierran muy bien, ya que muchas son
de la época de la fundación. Esto implica que, en invierno, tienes que
abrigarte más y evitar estar donde no hay calor.
El frío suele
traer consigo catarros o gripe, pero ¿acaso el calor te libra del catarro o la
gripe? En realidad, es la época del año la que suele traer estas molestias,
independientemente de la temperatura.
Por tanto, toda
vocación que sigas en tu vida tiene aspectos buenos y otros no tan buenos. Lo
fundamental es no quedarnos en lo menos bueno ni darle demasiada importancia.
Porque todo pasa; solo el Señor permanece.
Jesús, cuando
predicaba, iba de un sitio a otro, lo que le llevó a no tener una casa propia.
Sin embargo, Su Padre siempre le proveyó de todo lo que necesitó: amigos en
Betania, la casa de Sus padres en Nazaret… Cuando apostamos por el Señor, Él
siempre pone una solución en cada paso. Para el Señor no existen los problemas,
sino los desafíos. Y, ante un desafío, hay que contar con Él, porque tiene la
mejor salida para nosotros. Si confías en Él, siempre cuidará de ti y no te
faltará lo necesario para el camino.
Hoy, el reto
del amor es mirar tu vida con Cristo. Ora por los desafíos que tienes
planteados y pídele al Señor que camine contigo para superarlos juntos. Él
siempre te dará la mano. Confía en Él.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
19 enero 2025
Fuente: Dominicas de Lerma