COLABORACIÓN DE JUAN CARLOS CARVAJAL PARA ESTE DOMINGO

3º Domingo Cuaresma (Ciclo A)

MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días, hermanos, sed bienvenidos a la celebración del día del Señor. Hoy, en el camino hacia la Pascua, celebramos el tercer domingo de cuaresma.

Cada vez que venimos a la Eucaristía venimos cargados con nuestras vidas, con nuestros deseos y nuestras decepciones. El Señor nos espera, nos recibe en su presencia y nos invita a beber del agua de su salvación. 

Nunca daremos suficientemente gracias al Señor por reunirnos, domingo tras domingo, en torno a su mesa y darnos a gozar con su intimidad. Dispongámonos a celebrar con plena conciencia la gracia que Cristo nos ofrece.


MONICIÓN A LAS LECTURAS

Nuestra vida está movida por los deseos. Cada cual va detrás de lo que desea su corazón. Unos buscan salud, otros tener una cuenta corriente bien nutrida, no faltan quienes quieren disfrutar de la vida o quienes sólo buscan vivir cómodamente…

Los deseos son los que nos mueven. ¿Cuál es el deseo que dinamiza nuestra vida?, ¿de qué tenemos sed?, ¿a qué pozo vamos a buscar el agua que lo satisface? Dejémonos encontrar por Cristo para que despierte en nosotros el deseo del agua viva y para que sea Él mismo el que nos sacie.
Escuchemos con atención la Palabra divina.


ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada suplica respondemos: ¡Oh, Señor, escucha y ten piedad!

- Por la Iglesia, para que todos los que formamos parte del Pueblo de Dios busquemos adorar a Dios en espíritu y verdad. OREMOS.

- Por las personas que ejercen algún tipo de poder en el mundo, para que más allá de sus intereses particulares busquen promover el bien común. OREMOS.

- Por los contagiados por el Coronavirus, por sus familiares y amigos, por los sanitarios que viven con entrega el ejercicio de su profesión, para que confiados en la providencia divina afronten la enfermedad con paciencia y esperanza.OREMOS.

- Por los que buscan a Dios con sincero corazón, para que en su camino encuentren testigos del Evangelio y sean bendecidos con la gracia de la fe. OREMOS.

- Por los que participamos en este banquete de la Eucaristía, para que el deseo de Dios se acreciente en nuestras almas. OREMOS.


ORACIÓN FINAL

Gracias, Señor, por el alimento de vida eterna
que, en esta Eucaristía,
has partido y repartido con nosotros.
Gracias, porque él sacia nuestro deseo de eternidad
y nos sostiene en nuestro peregrinaje
hacia la casa del Padre.

Muchas veces, Señor, no sabemos descifrar
el anhelo eterno que late en nuestro corazón;
muchas veces vamos detrás de cualquier cosa
pensando que saciará nuestras ansias.

¡Cuántas veces, Señor, nos conformamos
con alimentos y bebidas insustanciales!
¡Cuántas, olvidamos
que tú eres el agua clara que calma nuestra sed
y el alimento de vida eterna!

Señor, Jesús, ayúdanos a no olvidar
que sólo Tú puedes saciarnos,
y que sólo tu Espíritu puede hacer
que brote en nosotros un manantial de agua viva,
que tanto más impulsa nuestro deseo
cuanto más nos sacia.

Gracias, Señor, por tu amor.