COLABORACIÓN DE JUAN CARLOS CARVAJAL PARA ESTE DOMINGO

2º Domingo Cuaresma (Ciclo A)

MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días, hermanos, sed bienvenidos a la casa de familia de nuestro Padre, Dios.

Hoy, segundo domingo de Cuaresma, damos un paso más en el camino hacia la Pascua. El Señor nos lleva a su intimidad para transfigurarse ante nosotros en la Eucaristía que celebramos.

Su Palabra es luz que ilumina nuestra vida con la gracia de la fe. Su ofrenda en el altar nos hace participar, ya ahora, de su victoria pascual y transfigura nuestra vida para ser sus testigos en medio del mundo. 

Abramos nuestros ojos, también nuestro corazón, para que la gracia de esta celebración se imprima en nosotros y nos transforme a imagen del Señor, Jesús.

MONICIÓN A LAS LECTURAS

La vida, nuestra existencia, nuestra misma persona está envuelta en un misterio. Un misterio indescifrable, un misterio que nos inquieta, un misterio, que sin embargo, nos atrae porque intuimos que en él está el secreto de nuestra vida y su salvación… ¿Quién nos revelará ese Misterio?

Las lecturas que hoy la liturgia de la Iglesia nos ofrece, nos invitan a poner nuestros ojos en Jesús. Él nos revela el secreto de ese Misterio y por la fe y el amor nos da a participar de Él.

Escuchemos con atención.

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada suplica respondemos: ¡Oh, Señor, escucha y ten piedad!

- Por la Iglesia, para que su vida transfigurada por la gracia divina manifieste la presencia salvadora de Cristo en nuestro mundo. OREMOS.

- Por los gobernante para que busquen la justicia, la cooperación y la paz entre sus pueblos. OREMOS.

- Por los que padecen la enfermedad del coronavirus y otras pandemias, para que las normas de las administraciones públicas, los medios sanitarios y la solidaridad les ayuden a afrontar la situación que padecen. OREMOS.

- Por los que buscan el sentido de la vida, por los que anhelan encontrarse con Dios, para que sean bendecidos con la gracia de la fe y puedan reconocer la presencia de Cristo en sus vidas. OREMOS.

- Por todos nosotros, para que rompamos con una vida superficial y, por amor a Cristo, nos dejemos transfigurar por la gracia divina hasta ser sus testigos. OREMOS.

ORACIÓN FINAL

Gracias, Señor porque en cada Eucaristía
nos llevas al monte Tabor.
Porque cada domingo
el pan y el vino se transfiguran en tu altar
y te haces presente en medio de nosotros.
¡Nunca terminaremos de agradecerte
este signo de amor e intimidad!

Ayúdanos a comprender
el misterio de tu transfiguración.
Ayúdanos a reconocer el modo
en que Tú te acercas a nosotros;
a reconocer que, justamente,
en aquello que creemos que nos aleja de ti
Tú estás obrando tu salvación
y nos haces participar de tu victoria pascual.

Transfigura nuestras vidas, Señor, transfigúralas,
que la luz de tu Palabra y la gracia de tu Espíritu
nos den a conocer en nuestra carne
los gérmenes de tu salvación;
esos dones que nos hacen semejantes a Ti
y nos hacen reflejar tu imagen
ante aquellos que buscan tu salvación.

Gracias, Señor, por darnos a participar de tu intimidad
y por hacernos testigos de tu Misterio de amor.