En
la misiva, los Cardenales recuerdan el llamamiento que hizo el Papa Francisco
al concluir el Ángelus del 6 de septiembre de 2015
Los
Cardenales Jean-Claude Hollerich, Michael F. Czerny, y Konrad Krajewski,
enviaron una Carta a las Conferencias Episcopales de la Unión Europea, en la
cual solicitan la reubicación de los refugiados presentes en la Isla de Lesbos
en otros países europeos.
“También nosotros, junto con el Santo Padre,
damos gracias al Señor ‘por todos aquellos que han decidido no permanecer
indiferentes’ y que abrirán con coraje una nueva vía para devolver la dignidad
y el futuro a muchos de nuestros hermanos y hermanas”, lo escriben los
Cardenales Jean-Claude Hollerich, S.J., Arzobispo de Luxemburgo, Presidente de
la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE);
Michael F. Czerny, S.J., Subsecretario del Dicasterio para el Servicio del
Desarrollo Humano Integral; Konrad Krajewski, Limosnero de Su Santidad, en una
Carta dirigida a las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (UE), en la
cual piden la reubicación de los refugiados presentes en la Isla de Lesbos en
otros países europeos.
Los Obispos de la UE
acojan al menos a una familia de refugiados
En
la misiva, los Cardenales recuerdan el llamamiento que hizo el Papa Francisco
al concluir el Ángelus del 6 de septiembre de 2015, en el cual pedía “a las
parroquias, comunidades religiosas, monasterios y a los santuarios de toda
Europa para que, expresando el Evangelio de manera concreta, acogieran al menos
a una familia de refugiados”. Así como también, recuerdan la solicitud del
Pontífice a todos los Obispos del continente “para que en sus diócesis apoyen
mi llamamiento, recordando que Misericordia es el segundo nombre del Amor”.
Las misiones en el mar
Egeo, expresión de la solicitud del Papa
En
este sentido, los Cardenales también recuerdan la dramática situación de
hacinamiento y de sufrimiento en la que viven más de 20.000 refugiados en esa
Isla, y muchos otros miles más en los diferentes puntos críticos de Grecia.
“Después de su Viaje a Lesbos, en abril de 2016 – precisan los Purpurados – el
Papa nunca ha cesado de acudir en su ayuda, intentando abrir corredores
humanitarios para su traslado, en plena dignidad, a otros países europeos”.
Así, después del primer grupo de 21 refugiados traídos a Italia por el Santo
Padre en su Viaje de regreso de Lesbos, acogidos por la Santa Sede, otras
familias han podido salir de la Isla en estos últimos años para lograr, después
de tanta espera y sufrimientos, una feliz inserción en la sociedad europea.
“Este es el caso de dos familias acogidas en noviembre de 2019 por la
Arquidiócesis de Luxemburgo y de otros 33 refugiados, a los que se sumaron otros
10 en enero de 2020, en Roma, de cuya acogida se harán cargo la Limosnería
Apostólica y la Comunidad de Sant’Egidio, que han acordado con las autoridades
griegas los procedimientos jurídico-administrativos de su traslado”.
Un proyecto de corredor
humanitario desde Lesbos
“Esta
vía – subrayan los Cardenales Hollerich, Czerny y Krajewski – promovida por las
palabras del Santo Padre, se convierte para toda la Iglesia, además de un deber
cristiano, en una apremiante invitación a suscitar energías, nuevas y evangélicas,
de acogida en cada uno de los países miembros de la Unión Europea, en los que,
las respectivas Conferencias Episcopales deberían, en colaboración con sus
gobiernos, acordar un proyecto de corredor humanitario desde Lesbos y desde los
otros campamentos de primera acogida presentes en Grecia”. Por lo tanto, se ha
abierto una vía que podría devolver la esperanza a unos 20.000 adultos y a más
de 1.100 menores no acompañados que han quedado atrapados, sin límite de
tiempo, en campamentos temporales y en estructuras precarias, dentro de Europa,
pero fuera de la sociedad europea.
Todos somos responsables
de la vida de nuestro prójimo
Finalmente,
la Carta concluye retomando las palabras del Papa Francisco, pronunciadas
durante el encuentro del pasado 19 de diciembre con los refugiados llegados de
Lesbos a través de los corredores humanitarios: “¿Cómo podemos dejar de
escuchar el grito desesperado de tantos hermanos y hermanas?... ¿Cómo podemos
‘dar un rodeo’, como el sacerdote y el levita de la parábola del Buen
Samaritano, haciéndonos responsables de sus muertes? ¡Nuestra desidia es
pecado! ... Debemos socorrer y salvar, porque todos somos responsables de la
vida de nuestro prójimo, y el Señor nos pedirá que demos cuenta de ello en el
día del juicio”.
Las indicaciones para el
traslado de solicitantes de asilo y refugiados
Junto
a la Carta de los tres Cardenales también se envió las “Indicaciones para el
procedimiento de traslado de solicitantes de asilo y refugiados desde Grecia a
un país europeo”. Entre las principales indicaciones se señala que, el proyecto
halla su principal fundamento jurídico en el art. 17 de los Acuerdos de Dublín
(Reglamento de Dublín III n. 604/2013), que establece que un Estado miembro,
que no está obligado a examinar una solicitud de asilo, puede hacerlo
notificando su disponibilidad al Estado miembro competente. Además, cada
Conferencia Episcopal insta a su propio Gobierno, para que, a través de los
órganos competentes, que en general suelen ser los Ministerios del Interior, ofrezca
a Grecia asumir voluntariamente la responsabilidad con respeto al examen de la
solicitud de asilo en el beneficio de un número específico de refugiados,
establecido sobre la base de la disponibilidad expresada por cada diócesis.
Ante esta acción del Gobierno, la Conferencia Episcopal se compromete a
garantizar a los refugiados beneficiarios, hospitalidad y apoyo a la inclusión
social durante un determinado período de tiempo, al término del cual se supone
que los beneficiarios habrán adquirido una autonomía total o al menos parcial.
Asimismo,
se lee en el documento adjunto, la Comunidad de Sant’Egidio provee la
identificación de los posibles refugiados beneficiarios del proyecto,
concordando con cada Conferencia Episcopal interesada los nombres de los beneficiarios
que se acogerán, sobre la base de su condición de vulnerabilidad y respetando,
en la medida de lo posible, las solicitudes y expectativas de cada diócesis.
Ciudad del Vaticano
Vatican News