Normalidad
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hoy
es un día donde “todo vuelve a la normalidad”. Esta es la expresión que más he
escuchado estas Navidades: “¡Qué ganas tengo de que todo vuelva a la
normalidad!”.
En
este día vemos cómo las calles ya no tienen luces, poco a poco las están
desmontando, los escaparates han cambiado la decoración de Navidad y ahora el
letrero que encuentras es de rebajas, los niños y jóvenes vuelven al colegio, y
los trabajadores recuperan el ritmo normal. Todo hoy vuelve a la normalidad, y
esta normalidad tiene su encanto.
Jesús
vivió 30 años en Nazaret, en esta normalidad, entre la gente de su pueblo, en
el taller de José, en la sinagoga... Fueron años en los que iba creciendo en
sabiduría y en gracia, nos dice el evangelio; por tanto, si Jesús vivió todo
este tiempo así, algo especial tiene que tener.
Hoy
nos encontraremos con las personas que dejamos antes de Navidad, y nos
preguntaremos qué tal las Navidades. Para responder, tenemos dos caminos: uno
es contar lo exterior, y otro, compartir desde dentro lo que más te ha gustado
de estos días, lo que más te ha ayudado, y cómo has visto al Señor en ellas.
No
tengas miedo a compartir que no han sido perfectas, porque seguro que en todos
hay un “pero”... Nos unimos en la debilidad, en la fragilidad, no en lo
perfecto. Porque, si quieres encontrarte con el otro, tiene que ser en lo
profundo de ti. Antes de compartir, ora un poco y piensa qué mensaje quieres
dar al que hoy te encuentres y te pregunte.
Hoy
el reto del amor es sonreír a todo el que te encuentres, y compartir desde
dentro algo que esta Navidad te haya tocado el corazón.
VIVE
DE CRISTO