Handmade
Hola,
buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
por la mañana estábamos sor Teresita y yo comenzando a decorar unas piezas de
porcelana. Pero, antes de eso, teníamos que quitar de la base las típicas
pegatinas que vienen de fábrica, ya que luego, al cocer, pueden dar problemas.
¡Vaya
etiquetas! No había manera de quitarlas: primero intentábamos despegarlas tal
cual, después añadíamos alcohol, y frotábamos y frotábamos...
Luego,
viendo que tampoco, volvíamos a añadir alcohol y rascábamos un poco los restos
con una cuchilla... Hasta que al final lográbamos quitarla....
En
todo ese proceso yo creo que tardamos más que en decorarlas... y, cuando ya
estábamos acabado, le decía a sor Teresita que aquello era como cuando nos
ponen o nos ponemos una “etiqueta”... ¡lo que nos cuesta quitárnosla de encima!
Y
es que es cierto, porque ¡cuántas etiquetas se nos pegan, y cuántas nos pegamos
nosotros mismos...! Hay etiquetas de todo tipo: del lugar de nacimiento, de
nuestra inteligencia, de nuestra forma de ver la vida, de nuestro estilo de
vestir, de nuestra belleza... que nos culpabilizan y nos marcan, e incluso son
capaces hasta de predeterminar en nosotros una forma de actuar...
Sin
embargo, nada de eso nos define. Únicamente nos define el Señor. Porque, ¿quién
podrá decirle que nos ha hecho mal, a Él, que nos ha creado? Él nos soñó y
conforme a ello nos dio forma, no a todos iguales, sino a cada uno en
particular, y así somos únicos e irrepetibles. Y Él nos ha dado una dignidad
que nos hace dignos de ser amados.
Lo
que realmente nos define es Su Amor. Y “aún no se ha manifestado lo que
seremos”... pues esa es nuestra tarea de la vida, ir dando con el sueño del
Señor para mí, con la misión que Él ha pensado, con el camino que Él quiere
hacer conmigo...
Hoy
el reto del amor es entregarle a Cristo tus etiquetas. Deja en Él todas esas
etiquetas que no logras quitarte de encima; Él las despegará de ti, y te
recordará al corazón que, si hay una etiqueta en tu vida, pone esto: “¡Handmade
with my Love!” (¡Hecho a mano con mi Amor!).
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma