Lourdes, Asís, Roma el itinerario que ha durado ocho meses de dos médicos
franceses con sus tres hijos pequeños. Un peregrinaje para enseñar la fe,
solucionar obstáculos y vivir con lo esencial
Familia Payelle |
Dos médicos
católicos, Elise Marie Naturel y Nils Payelle, junto a sus tres hijos pequeños
emprendieron un peregrinaje desde Bordeaux hasta Roma a pie, ocho meses de
camino, acompañados por dos burros que les ayudaron en todo el itinerario con
sus equipajes.
Esta familia de
peregrinos franceses hoy pudo contar su historia de fe al Papa
Francisco en el aula Pablo VI del Vaticano. Visitaron el
santuario mariano de Lourdes, pasaron la Navidad en Asís y finalmente a
mitad de enero llegaron al Vaticano para rezar ante la tumba de San Pedro.
Un peregrinaje para dedicar tiempo a sus
hijos, Martin (6 años) Loup (4 años) y Augustin (2 años), haciendo una pausa de
su profesión médica en el hospital y con el objetivo de enseñar a los pequeños
la fe, a solucionar obstáculos con serenidad y a vivir con lo esencial sin la
dependencia de la tecnología.
Así que nada de tablet o
smartphone con el fin de entretener a los niños en las pausas, más bien, mamá y
papá usaron cantos, juegos, enseñaron a apreciar el silencio, a participar en
las tareas de acampar, disfrutar de la naturaleza y a rezar juntos.
Una aventura que comienza en verano y prosiguió en este
invierno europeo sin las comodidades, aguantando sol, lluvia, viento, frío.
Ningún atajo tuvieron durante su recorrido completo en la Vía Francígena, la ruta
que discurre de norte a sur por el centro de Europa, comienza en la ciudad
inglesa de Canterbury y finaliza en Roma, concretamente en la plaza de San
Pedro de la Ciudad del Vaticano.
“Nada de heroico”, dicen estos padres al
diario vaticano L’Osservatore Romano. “Fue
suficiente hacer algo de economía para ahorrar dinero para el viaje, incluso
si, dormir en albergues, parroquias y camping”.
“Enseñamos
a nuestros hijos la escuela de la calle, la belleza de la vida, la capacidad de
escuchar a Dios y a los demás de forma esencial”, contaron Elise Marie y Nils.
La
familia llegó a Plaza de San Pedro a las 11.45 am de la mañana del viernes 17
de enero, justo en tiempo para la bendición de los animales en el
día de San Antonio Abad: “una forma de agradecer a nuestros dos burros que
fueron verdaderos compañeros de viaje y, que con su humildad y capacidad
para soportar la fatiga, incluso se demostraron maestros de vida” para
toda la familia.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia