Sus últimas palabras fueron la jaculatoria que había repetido tantas veces: Jesús, José y María, recibid cuando yo muera el alma mía
Dominio público |
Tuvo que trabajar para completar los estudios secundarios en la
Escuela Pía de Barbastro y los eclesiásticos en los seminarios diocesanos de
Lleida y Urgell. Fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1859.
Tras doce años de intenso trabajo en la diócesis de Urgell al servicio
del obispo, en calidad de paje y secretario particular, mayordomo de palacio,
bibliotecario del seminario, vicesecretario de cámara y secretario de visita
pastoral, se sintió llamado por Dios para hacerse religioso y fundar dos
congregaciones religiosas.
Fundador y apóstol de la Sagrada Familia
Contando con la aprobación del obispo, en 1864, fundó a los Hijos de la
Sagrada Familia Jesús, María y José, y en 1874, a las Misioneras Hijas de la
Sagrada Familia de Nazaret, con la misión de imitar, honrar y propagar el culto
a la Sagrada Familia de Nazaret y procurar la formación cristiana de las
familias, principalmente por medio de la educación e instrucción católica de la
niñez y juventud y el ministerio sacerdotal. Con oración y trabajo constantes,
con el ejercicio ejemplar de todas las virtudes, con amorosa dedicación y
solicitud por las almas, guió e impulsó a lo largo de casi cuarenta años la
formación y expansión de los institutos, abriendo escuelas, colegios y talleres
y otros centros de apostolado en varias poblaciones de España.
Hoy, los dos institutos están presentes en países de Europa, las dos
Américas y África. Especialmente llamado por Dios para presentar al mundo el
ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, escribió varias obras y opúsculos
para propagar la devoción a la Familia de Jesús, María y José, fundó la revista
La Sagrada Familia y promovió la erección, en Barcelona, del templo expiatorio
de la Sagrada Familia, obra del arquitecto siervo de Dios Antonio Gaudí,
destinado a perpetuar las virtudes y ejemplos de la Familia de Nazaret y ser el
hogar universal de las familias.
Su pensamiento
El beato Josep Manyanet predicó abundantemente la Palabra de Dios y
escribió también muchas cartas y otros libros y opúsculos para la formación de
los religiosos y religiosas, de las familias y de los niños, y para la
dirección de los colegios y escuelas‑talleres. Sobresale La Escuela de Nazaret
y Casa de la Sagrada Familia (Barcelona 1895), su autobiografía espiritual, en
la cual, mediante unos diálogos del alma, personificada en Desideria, con
Jesús, María y José, traza todo un proceso de perfección cristiana y religiosa
inspirada en la espiritualidad de la casa y escuela de Nazaret.
También Preciosa joya de familia (Barcelona 1899), una guía para los
matrimonios y familias, que les recuerda la dignidad del matrimonio como
vocación y la importante tarea de la educación cristiana de los hijos. Para la
formación de los religiosos escribió un libro de meditaciones titulado El
espíritu de la Sagrada Familia, en donde describe la identidad de la vocación y
misión de las religiosas y religiosos Hijos de la Sagrada Familia en la
sociedad y en la Iglesia. Existe una edición de sus Obras Selectas (Madrid
1991) y está en fase de impresión el primer volumen de sus Obras Completas.
Enfermedades y muerte
Las obras del Padre Manyanet crecieron entre muchas dificultades: ni le
faltaron varias dolorosas enfermedades corporales que le atormentaron durante
toda su vida. Pero su indómita constancia y fortaleza, nutridas con una
profunda adhesión y obediencia a la voluntad de Dios, le ayudaron a superar
todas las dificultades. Minada su salud por unas llagas abiertas en el costado
durante 16 años —que llamaba «las misericordias del Señor»—, el 17 de diciembre
de 1901, esclarecido en virtudes y buenas obras, volvió a la casa del Padre, en
Barcelona, en el colegio Jesús, María y José, el centro de su trabajo y rodeado
de niños, con la misma sencillez que caracterizó toda su existencia.
Sus últimas palabras fueron la jaculatoria que había repetido tantas
veces: Jesús, José y María, recibid cuando yo muera el alma mía. Sus restos
mortales descansan en la capilla‑panteón del mismo colegio Jesús, María y José,
continuamente acompañados por la oración y el agradecimiento de sus hijos e
hijas espirituales y de innumerables jóvenes, niños y familias que se han
acercado a Dios, atraídos por su ejemplo y sus enseñanzas.
El testimonio de su santidad
La fama de santidad que le distinguió en vida, se extendió por muchas
partes. Por lo que, introducida la Causa de Canonización en 1956, reconocida la
heroicidad de sus virtudes en 1982 y aprobado un milagro debido a su
intercesión, fue declarado Beato por Juan Pablo II en 1984. Ahora, con la
aprobación de un nuevo milagro obrado por su intercesión, está prevista su canonización
para el día 16 de mayo de 2004. La santidad de Josep Manyanet, como afirmó Juan
Pablo II, tiene su origen en la Sagrada Familia. Fue llamado por Dios «para que
en su nombre sean bendecidas todas las familias del mundo».
El Espíritu forjó su personalidad para que anunciara con valentía el
«Evangelio de la familia». Su gran aspiración era que «todas las familias
imiten y bendigan a la Sagrada Familia de Nazaret»; por ello, quiso hacer un
Nazaret en cada hogar, una «Santa Familia» de cada familia. La canonización del
Beato Josep Manyanet sanciona ahora no sólo la santidad, sino también la
actualidad de su mensaje nazareno familiar. Es, por eso, el profeta de la
familia, el protector de nuestras familias.
Fuente: Vatican.va