Y los
cristianos de aquí quieren ir a Belén porque allí está su corazón ahora mismo.
Y el hecho de que no se les conceda el permiso o sea tarde les crea una gran
desazón
Mons.
Giacinto-Boulos Marcuzzo con los católicos de la Franja de Gaza
Foto:
Patriarcado Latino de Jerusalén
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El P. Gabriel Romanelli es el párroco de la
única iglesia católica que hay en la Franja de Gaza, y en entrevista con ACI
Prensa explicó las presiones que sufren los cristianos a quienes se les deniega
o dilata el visado necesario para visitar la ciudad de Belén durante la Navidad
o Jerusalén en Semana Santa y Pascua y asegura que desea que su parroquia esté
vacía el día de Navidad porque significaría que todos los cristianos habrían
salido de Gaza.
Los cristianos en la Franja de Gaza además
de ser una auténtica minoría viven situaciones muy difíciles. Entre ellas las
grandes trabas del Estado de Israel que impone complicados permisos que los
cristianos necesitan para salir de la zona y poder visitar durante la Navidad
la ciudad de Belén, en Cisjordania, o durante la Pascua ir a Jerusalén en
Israel.
El Gobierno israelí anunció entorno al 15
de diciembre que no concedería permisos a los cristianos para visitar Belén en
Navidad “por motivos de seguridad”. Sin embargo, el día 22 de diciembre, el
Gobierno de Israel informó que finalmente sí autorizará el desplazamiento de
cristianos palestinos desde la Franja de Gaza a Belén.
Gaza es un área palestina al oeste de
Israel. Es el hogar de dos millones de personas y desde 2007 está bajo el
control del movimiento islamista Hamas.
Desde que Hamas tomó el poder, Israel y
Egipto han impuesto un bloqueo económico para restringir los viajes y el flujo
de mercancías. Los habitantes de Gaza sufren un alto desempleo y enfrentan
apagones eléctricos y escasez de agua potable.
Hasta
el momento se han concedido 189 permisos, 11 de ellos para católicos
P. Gabriel Romanelli es párroco de la única
iglesia católica que hay en la Franja de Gaza. Desde hace 10 años el
Patriarcado Latino de Jerusalén pidió al Instituto del Verbo Encarnado (IVE)
que se hicieran cargo de la parroquia de la Sagrada Familia en la Franja de
Gaza, cargo que él ocupa como párroco desde hace pocos meses.
Él sabe muy bien lo que significa ser
cristiano en Oriente Medio porque vive en la zona desde hace 24 años.
El P. Romanelli explicó en una entrevista
concedida a ACI Prensa que “para un cristiano de Palestina, que se considera y
es descendiente de los primeros discípulos de Cristo, Navidad quiere decir
Belén, igual que Pascua quiere decir Jerusalén”.
Según aseguró el sacerdote, es común que
“primero está la negativa” del Estado de Israel a que los cristianos puedan
visitar Belén durante la Navidad y “después conceden poco a poco los permisos”.
Además el P. Romanelli subrayó que la
Navidad es de las pocas fiestas que siempre se celebra en la misma fecha y su
influencia es tan grande que incluso los cristianos ortodoxos también la
celebran el 24 de diciembre, y después vuelven a celebrarla el 7 de enero, que
es cuando le corresponde a esta denominación.
“Todos los cristianos querrían ir a Belén,
de hecho ya querrían estar allí”, precisó el sacerdote del IVE, e insistió en
que estos problemas relacionados con los visados genera entre la población “un
sentimiento de desazón, de que están sufriendo una injusticia porque es
verdad”.
“Celebramos litúrgicamente lo que se
celebra en todo el mundo y si Jesucristo está en cada Eucaristía, los
cristianos de Tierra Santa lo creen con una firmeza que conmueve incluso a
Occidente. Y los cristianos de aquí quieren ir a Belén porque allí está su
corazón ahora mismo. Y el hecho de que no se les conceda el permiso o sea tarde
les crea una gran desazón. Más de uno me decía: ‘Nosotros queremos que todos,
sea de la religión que sean, puedan gozar y celebrar su festividades y nosotros
también’”, aseguró.
“Aunque la seguridad es el tema principal,
no hay ningún cristiano metido en temas que puedan afectar la concordia entre
los países”, precisa el sacerdote.
Por eso asegura que su deseo esta Navidad
es que “la parroquia esté vacía y que tan sólo celebremos la Misa con las
Hermanas de la Madre Teresa, las religiosas del Verbo Encarnado y las Hermanas
del Rosario porque eso
querría decir que todos los cristianos salieron de la Franja de Gaza para
celebrar en Belén, al igual que puede ir cualquier otro
cristiano del mundo que viene a Tierra Santa, a Israel a celebrar estas
fechas”.
Según las estadísticas, y aunque nadie da
cifras exactas, se habla de 2.2 millones de habitantes en la Franja de Gaza y
los cristianos, entre greco ortodoxos, católicos y protestantes, suman unos mil
en total.
Concretamente los católicos son tan sólo
117. “Somos una comunidad pequeña, están muy desperdigados y tienen familia en
otras partes de Cisjordania, en Israel y Palestina y como toda familia en
Oriente están muy unidos, y siempre están en contacto y tratan de verse. Es una
dificultad complementaria la necesidad de este permiso por parte de Israel”,
afirmó.
Aunque podría parecer que esta comunidad
cristiana está “vencida”, nada más lejos de la realidad porque, según afirma el
sacerdote “está llena de vida”.
“La parroquia de la Sagrada Familia, la
única que hay en la Franja de Gaza, lleva adelante una obra magnífica porque
con la ayuda de las congregaciones religiosas presentes da servicio en tres
escuelas católicas de las cinco escuelas que hay en total. Allí estudian casi
2.300 alumnos con 200 profesores, en su mayoría musulmanes, pero que están
contentos de compartir los valores cristianos y católicos”, afirmó.
Además del dispensario de Cáritas, que
atiende a miles de enfermos y necesitados. Los grupos scout y otros grupos
parroquiales, el centro Santo Tomás de Aquino para la formación cristiana de la
juventud que fue bendecido por Mons. Pierbattista Pizzaballa, Administrador
Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, durante su visita de 3 días a
principios del mes de diciembre.
Fuente:
ACI