Retera
retada
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El
día de Inocentes, en el Monasterio “manda el Noviciado”. Este año, a Israel y a
mí nos pusieron un reto especial: hacer la comida.
Dicho
así, no parece nada extraordinario, pero había condiciones: tenía que haber
comida para las 15, tenía que ser comida de fiesta... y tenía que estar todo
hecho en una hora.
Afortunadamente,
también nos dieron opción de “pinche”: podíamos pedir ayuda a todas las monjas
que necesitásemos. ¡Y así lo hicimos! La cocina estaba abarrotada de ayudantes.
De ese modo, hicimos la comida, acompañantes y la cena... ¡en 45 minutos!
Hubo
algo que me llamó mucho la atención. Técnicamente yo era una de las “jefas de
cocina”, pero no toqué una sola cazuela. Mi labor fue más bien de organizar,
acercar ingredientes... y mis hermanas fueron “mis manos”. Sin ellas, no lo
habríamos conseguido.
Hoy
es el último día del año. Todo invita a frenar, echar la vista atrás y revisar
el 2019. ¡Pero, espera! Eso de mirar hacia atrás puede ser peligroso...
recuerda lo que le sucedió a la mujer de Lot, que acabó convertida en estatua
de sal...
Sí,
mirar al pasado tiene el riesgo de paralizarnos. Lo que sucedió, ya pasó; no
tenemos opción de cambiarlo. Y esa impotencia puede atarnos con las cadenas de
la tristeza, o del remordimiento, o de la culpabilidad...
Sin
embargo, no podemos ignorar el pasado. El mismo Jesús, tras la Resurrección,
indica a los discípulos que “vuelvan a Galilea”, que vuelvan al principio. Y
esa es la clave: hay que volver, ¡pero de la mano del Resucitado!
Este
día te ofrece la oportunidad de repasar “el reto de cocinar” el 2019. ¿Cuántas
veces has visto al Señor obrando en tu vida? ¿Cuántas veces “te ha sacado las
castañas del fuego”? ¿Cuántos hermanos te han echado una mano para llegar a
donde tú no llegabas?
Si
hoy estás donde estás, ha sido porque has contado con la ayuda de Otro, y con
la ayuda de otros. No caminamos en solitario. Y hoy es un gran día para
hacernos conscientes del equipo que tenemos, del Equipo que formamos entre
todos... y agradecerlo.
Hoy
el reto del amor es dar gracias por lo que te ha sucedido este año. ¡Busca la
mano del Señor, refresca los detalles de su amor! Entrega lo que no entiendas,
lo que te pesa... ¡y confía en Él! Que hayas llegado a este día, es prueba de
que el Señor sigue contando contigo, que tiene planes para ti. Termina el 2019
en acción de gracias, ¡y comienza agradeciendo el 2020! Recuerda que “el pasado
pertenece a la misericordia de Dios, el futuro a su providencia... ¡y el
presente a su Amor!”
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma