Con
buen clima
Hola,
buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
volví a descubrir la importancia del clima. No lo es todo, ¡pero ayuda! No me
refiero al tiempo, sino al clima que se vive en una familia, en el trabajo o en
una Comunidad.
Estaba
tan cansada que no podía con mi vida... y al final me derrumbaba: días muy
intensos, cocina, ajetreo con los belenes de aquí para allá...
Pero,
en medio de mi día, me iba sintiendo comprendida por mis hermanas: “Tienes que
descansar...”. Y la priora se me acercó para hablar conmigo e invitarme a
tomarme el día de descanso.
Yo
estaba impresionada... y al llegar a mi celda, me vino al corazón que, cuando
uno se siente pequeño, pero en su pequeñez se sabe acogido, ya no se rebela
contra sí mismo.
El
hecho en sí es poca cosa, pero esto mismo, trasladado a cualquier pobreza, es
impresionante.
Me
daba cuenta de lo importante que es que un padre acoja a su hijo cuando este se
equivoca, que no se sienta juzgado cuando vuelva después de haberse caído... O
qué importante es un clima de diálogo en el trabajo, donde puedas aportar tus
ideas y sientas con libertad que puedes acoger a los demás en las suyas... O
qué importante es el poder sentirse amado en tu propia pequeñez entre
hermanos... Esto es lo que realmente te hace sentir “en casa”.
Pero
esto, que suena tan bonito... sabemos que muchas veces, aunque nos gustaría que
fuera así, no siempre es lo que nos surge, porque también nosotros somos los
primeros que no sabemos acoger al otro.
Sin
embargo, Cristo ha nacido pequeño, pobre, débil, hecho Niño, para que,
acogiendo nuestra debilidad, no tuviéramos ya miedo, ni nos rebeláramos contra
ella. Él viene precisamente a tu pequeñez.
Y,
como decía al comenzar, el clima es importante, pero no lo es todo,
precisamente porque no siempre es propicio... Pero el que siempre es favorable
a nosotros es Jesús. Él siempre está ahí para amarte en cada instante, estés
como estés, necesites lo que necesites. Solo la experiencia de su Amor en
nuestra debilidad hace que podamos amarnos a nosotros mismos, ¡y hasta reírnos!
Y, por ello, su Amor es el que nos libera de estar solo preocupados de nosotros
y nos empuja a amar de la misma forma.
Hoy
el reto del amor es amar a los demás en su pequeñez. No siempre podemos
movernos en un clima así, pero sí podemos ser nosotros los que comencemos con
esta cadena.
VIVE
DE CRISTO
Pd:
AVISO IMPORTANTE SOBRE LAS MORCILLAS
¿Recuerdas
que ayer era el último día para encargarlas? Bueno, pues hoy queremos hacer una
pequeña aclaración... Nuestro Dios es un Dios alegre: ¡¡ayer era la fiesta de
los Santos Inocentes!! Es el día en que celebramos la inocencia que llevamos
dentro, y por eso nos hacemos bromas. Así pues, queremos aclarar que... ¡en el
convento nunca se han hecho morcillas! Felicidades a todos los inocentes... ¡y
en la imagen te presentamos al ajolote, el animalito del cual decíamos que
estaban hechas!
Fuente:
Dominicas de Lerma