Pablo prisionero ante el rey Agripa, tema de la
catequesis del Papa Francisco en la Audiencia General del miércoles 11 de
diciembre de 2019
«Pablo nos enseña la perseverancia en la prueba y la
capacidad de leer todo con los ojos de la fe. Pidamos al Señor hoy, por
intercesión del Apóstol, que reviva nuestra fe y nos ayude a ser fieles hasta
el final de nuestra vocación de discípulos misioneros». Pablo prisionero ante
el rey Agripa, tema de la catequesis del Papa Francisco en la Audiencia General
del miércoles 11 de diciembre de 2019.
“Siguiendo el viaje del Evangelio que nos
narra el libro de Los Hechos, descubrimos que san Pablo, evangelizador lleno de
entusiasmo y misionero intrépido, participó también en los sufrimientos de la
pasión del Señor Jesús, pues como Él, fue igualmente odiado y perseguido”,
lo dijo el Papa Francisco en la Audiencia General del segundo miércoles de
diciembre de 2019, continuando con su ciclo de catequesis sobre la
evangelización a partir del Libro de los Hechos de los Apóstoles.
Pablo se asocia a la pasión de su Maestro
El Santo Padre
comentando el capítulo 21 del Libro de los Hechos de los Apóstoles, en el que
se describe la llegada del Apóstol a Jerusalén, dijo que este evento
desencadenó un odio feroz hacia él, como lo fue para Jesús, Jerusalén es
también la ciudad hostil para san Pablo. “Fue al templo, fue reconocido, sacado
para ser linchado y salvado in extremis por los soldados
romanos. Acusado de enseñar contra la Ley y el Templo, fue arrestado y comenzó
su peregrinación como prisionero, primero delante del sanedrín, luego ante el
procurador romano en Cesarea y finalmente ante el rey Agripa”. El evangelista
Lucas, señaló el Pontífice, evidencia la semejanza entre Pablo y Jesús, ambos
odiados por sus adversarios, acusados públicamente y reconocidos como inocentes
por las autoridades imperiales; y así Pablo se asocia a la pasión de su
Maestro, y su pasión se convierte en un evangelio vivo.
La persecución a los cristianos en Ucrania y el mundo
El Papa
Francisco hablando espontáneamente señaló que, esta mañana tuvo una primera audiencia, con los peregrinos ucranianos de
una diócesis de Ucrania. “!Cómo han sido perseguidos esta gente, cuánto han
sufrido por el Evangelio! Pero no negociaron la fe. Es un ejemplo. Hoy en el
mundo, en Europa, muchos cristianos son perseguidos y dan su vida por su fe, o
son perseguidos con guantes blancos, es decir, dejados de lado, marginados”. El
martirio, agregó el Papa, es el aire de vida de un cristiano, de una comunidad
cristiana. Siempre habrá mártires entre nosotros: esta es la señal de que vamos
por el camino de Jesús. Es una bendición del Señor, que exista en el pueblo de
Dios, alguno o alguna que sea este testimonio del martirio.
La obediencia de Pablo al
cumplir su misión
Asimismo,
el Santo Padre señaló que, Cristo resucitado hizo cristiano a Pablo y le confió
la misión entre los gentiles, él está llamado a defenderse, y al final, en
presencia del rey Agripa II, su apología se convierte en un eficaz testimonio
de fe. “San
Pablo fue llevado ante el rey Agripa para defenderse de las acusaciones que le
hacían sus enemigos. Hablando ante el rey – dijo el Papa
hablando en nuestro idioma – manifestó su íntimo ligamen con el
pueblo de Israel y contó la historia de su conversión: Fue Cristo Resucitado
quien lo hizo cristiano y quien le encomendó la misión de ser apóstol de los
gentiles. Pablo, obediente al mandato del Señor, se dedicó a demostrar cómo
Moisés y los profetas habían preanunciado lo que él les anunciaba: que
Jesucristo por su pasión, muerte y resurrección había sido constituido Señor y
Salvador”.
Las cadenas de Pablo signo de su fidelidad al
Evangelio
El
apasionado testimonio de Pablo, explicó el Santo Padre, toca el corazón del rey
Agripa, y fue declarado inocente, pero no pudo ser liberado porque apeló al
César. Así continúa el viaje incontenible de la Palabra de Dios hacia Roma. “A
partir de este momento – puntualizó el Papa – el retrato de Pablo es el del prisionero cuyas
cadenas son el signo de su fidelidad al Evangelio y del testimonio dado al
Resucitado”.
Las cadenas de Pablo un
instrumento misionero eficaz
Las
cadenas, subrayó el Papa Francisco, son ciertamente una prueba humillante para
el Apóstol, que aparece al mundo como un “malhechor”. Pero su amor por Cristo
es tan fuerte que incluso estas cadenas se leen con los ojos de la fe; fe que
para Pablo no es "una teoría, una opinión sobre Dios y el mundo",
sino es "el impacto del amor de Dios en su corazón, es amor por
Jesucristo".
Leer los hechos de nuestra vida con los ojos de la
fe
Antes
de concluir su catequesis, el Papa Francisco saludó cordialmente a los
peregrinos de lengua española venidos de España y de Latinoamérica. “Pidamos
a Dios nuestro Padre que nos conceda perseverar en los momentos de prueba y que
nos dé también la capacidad de leer todos los acontecimientos de nuestra vida
con los ojos de la fe, para mantenernos fieles en nuestra vocación de
discípulos misioneros”.
Renato Martínez
– Ciudad del Vaticano
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