Un monasterio de la iglesia católica
siria en Irak que fue destrozado por el Estado Islámico (ISIS) en 2014 fue
consagrado nuevamente al Señor el último jueves para la celebración parroquial
de la Solemnidad de la Asunción de María
El Monasterio de los Mártires Mar Behnam
y Marth Sarah en la ciudad iraquí de Qaraqosh le dio la bienvenida al Arzobispo
de Mosul, Mons. Yohanna Petros Mouche, así como a sacerdotes y a la comunidad
católica local para celebrar la solemnidad el 14 de agosto.
Mons. Mouche volvió a dedicar el altar
del monasterio que había sido quemado por el Estado Islámico. Luego de
renovaciones y reconstrucciones, el interior del templo fue pintado de blanco
una vez que se carbonizó por el fuego.
“Todas estas personas no ven que la
comunidad renace únicamente como piedras, sino en torno a la fe a Cristo que se
celebra en la resurrección. Entonces, la resurrección de Cristo es la
resurrección de la comunidad misma que continúa. Nuestra comunidad tiene
alrededor de 800 familias”, dijo el sacerdote iraquí P. George Jahola a Vatican
News, en una entrevista publicada el 15 de agosto.
Hace cinco años, en la Fiesta de la
Transfiguración del mes de agosto, el Estado Islámico devastó la ciudad de
Qaraqosh en las llanuras de Nínive de Iraq, lo que provocó que los cristianos
huyeran de la región.
“En 2014 dejamos nuestras iglesias y nuestros hogares. La ciudad tenía
unos 50.000 habitantes cristianos”, el P. Jahola.
Ahora la población cristiana en la ciudad
se ha reducido a la mitad. Alrededor de 26.000 cristianos han regresado a
Qaraqosh, explicó el sacerdote.
Durante su ocupación, el Estado Islámico
profanó las iglesias en Qaraqosh, en algunos casos escribiendo instrucciones
para la guerra en los muros de la iglesia. La Iglesia Católica Siria de
San Jorge se convirtió en una fábrica de bombas y se utilizó como
almacenamiento para el suministro de productos químicos mortales. La
Iglesia de la Inmaculada Concepción se utilizó como campo de tiro, según Ayuda
a la Iglesia Necesitada.
El Monasterio de Mar Behnam y Mart Sarah
fue carbonizada y su campanario fue demolido.
“Pero nunca dejamos de imaginar lo
hermosa que sería nuestra iglesia, una vez arreglada”, expresó el P. Jahola.
La Misa de Navidad se celebró en el
templo en diciembre de 2018 durante el proceso de reconstrucción. El campanario
fue reconstruido en 2019.
“Comenzamos el proyecto de reconstrucción
incluso antes de la liberación de la ciudad, en las llanuras de Nínive, cuando
éramos refugiados. Hemos trabajado para reconstruir casas y comunidades como creyentes,
porque este es el sentido de pertenecer tanto a una parroquia como a una
comunidad”, expresó el presbítero iraquí.
ISIS fue expulsado de Mosul en 2017 y la última ciudad restante del califato
original en Siria cayó a principios del 2019. Sin embargo, muchos
cristianos que huyeron del ataque de ISIS en 2014 no han regresado a sus
hogares en Mosul y la región del Nínive.
Aunque el califato territorial de ISIS
desapareció, las amenazas de seguridad contra cristianos y yazidíes permanecen
en la región. Según los cálculos de la Comisión de Libertad Religiosa
Internacional de los Estados Unidos (USCIRF), se estima que hasta 15.000
combatientes de ISIS permanecieron en Irak.
El cristianismo ha estado presente en la
llanura de Nínive en Irak, entre Mosul y el Kurdistán iraquí, desde el primer
siglo.
“Lo que hemos aprendido del Evangelio,
del Señor, es ser instrumentos de paz y también vivir la paz- Intentamos en
todos los sentidos darnos cuenta aquí, donde la mayoría es musulmana, donde
todavía hay alguien que odia. Realmente creemos en esto, en el perdón y en
dejar atrás el pasado para continuar hacia el futuro”, concluyó el P. Jahola.
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en CNA.
Fuente: ACI