FAMILIAS NUMEROSAS: ¿EL PRÓXIMO OBJETIVO?

El comentario del príncipe Harry sobre el "tamaño óptimo" de la familia ha calado en la opinión pública británica, señala una encuesta

AFP
Colin Brazier, un conocido presentador británico de televisión en Sky News, padre de seis hijos, ha escrito una reflexión sobre lo que él considera que es el próximo objetivo de los grupos ambientalistas radicales: reducir el tamaño de las familias.

Con una caricatura de portada de Christian Adams, en la que se ve a un interventor y una pareja de esposos con un bebé bajo el letrero de “Dos hijos por familia”, la publicación inglesa The Catholic Herald le da el artículo principal de esta semana a Brazier. 

Éste dice: “Un lobby enojado declara que necesitamos reducir el tamaño de la familia para salvar el planeta. Es hora de defenderse”.

La propuesta de Harry

Brazier, presentador de un reciente documental para la BBC sobre cómo las ceremonias religiosas ayudan a los creyentes a sobrellevar el duelo y autor del libro Defender a los hermanos: ¿quién decide el tamaño de las familias de Gran Bretaña?, dice en su artículo que el renovado interés en Gran Bretaña nace de que el príncipe Harry había sugerido que existía un tamaño de familia óptimo.

Harry señaló recientemente que él y su esposa Meghan Markle estarían “fallando” en su deber del cuidado del planeta, si tuvieran más de dos hijos.

En opinión de Brazier, “está surgiendo un lobby audiblemente enojado que argumenta que la única forma de ayudar a un planeta con una población que se acerca a los diez mil millones es tomar una decisión personal de renunciar a la maternidad”.

A ellos les llaman “huelguistas de nacimientos”. Y los británicos (los europeos) se están afiliando a ese gremio.

No tener hijos por razones ambientales

Brazier señala en su artículo en The Catholic Herald que después de los comentarios del príncipe Harry, se publicó una encuesta de YouGov que afirmaba que 53 por ciento de los británicos estaban de acuerdo en que era necesario limitar el tamaño de la familia por el bien del planeta.

Otra encuesta sugirió que uno de cada diez jóvenes consideraba seriamente el no tener hijos por razones ambientales.

La guerra cultural que se avecina –de hecho ya ha estado aquí, particularmente desde la década de los setenta del siglo pasado—es la de la estigmatización de las grandes familias, ante la cual, escribe Brazier, “será necesario ponerse de pie”

Argumentar bien

Hay que “mirar los datos”, dice Brazier, para tener argumentos a favor de las familias numerosas. Por ejemplo, en general, los niños con un hermano o hermana, idealmente más de uno, tienen menos problemas de salud mental y una menor incidencia de obesidad que sus compañeros sin hermanos.

También señala que es menos probable que sean intimidados, más propensos a reportar signos tempranos de delincuencia si ven a un hermano que se sale de la vía.

“La investigación de psicólogos estadounidenses demostró que los problemas de ajuste más graves después de la ruptura de los padres fueron sufridos por niños sin hermanos”, propone Brazier en su reflexión.

Derecho al hermano

“Mi propia experiencia me ha demostrado que si la pérdida de los padres no es causada por el divorcio, sino por la muerte de una madre, a los niños les va mejor si pueden apoyarse en los hermanos”, relata Brazier.

Él perdió a su esposa, la también periodista Joanna Roughton (murió de cáncer de mama) y puede dar constancia de este hecho. Por lo que si bien es cierto que los derechos del niño están creciendo, cabría otro: el derecho a tener un hermano.

¿Realmente el Estado comenzará a estigmatizar a las grandes familias? Es una pregunta que muy pronto podrá ser contestada.

Jaime Septién

Fuente: Aleteia