En
Siria, antes de la guerra eran 23 millones de habitantes, y ahora son más o
menos la mitad, y todos han debido escapar, de una manera u otra
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Siria, la población se desplaza en búsqueda de un lugar seguro para vivir (ANSA) |
El
Padre Firas Lutfi agradece al Papa Francisco por sus numerosos llamamientos por
la paz y por su carta a Assad, que una vez más ha demostrado su amor por Siria.
En las palabras del párroco de Alepo, el drama de los cristianos de Idlib que
sufren persecución y ultrajes
"Estamos
agradecidos al Papa por sus intervenciones directas. Muchas veces se dirigió a
nuestro país llamándolo 'mi amada Siria', nunca nos olvidó": son palabras
del padre Firas Lutfi, párroco de Alepo, entrevistado por Vatican News,
tras la carta que el Santo Padre dirigió al presidente sirio Bashar Hafez
al-Assad, invitándolo a hacer todo lo posible para detener esta 'catástrofe
humanitaria', por la salvaguardia de la población indefensa, en particular de
los más débiles, en el respeto del Derecho Humanitario Internacional.
La
noticia de la entrega de la carta que el Pontífice envió al presidente sirio
llegó ayer, el mismo día en que otros misiles cayeron a pocos kilómetros de
Alepo: “Han matado 8 civiles, niños y adultos, provocando tantos heridos. Diría
que la situación es verdaderamente muy preocupante”, relata el padre Lutfi. Con
sinsabor el sacerdote cuenta que en la zona viven más de 400 cristianos, que
son maltratados por los yihadistas. “Para citar un último evento, hace una
semana una enseñante fue secuestrada por 6 yihadistas, violentada y lapidada”.
Dramática situación
humanitaria
“La
situación humanitaria, desde cuando comenzó la guerra en Siria, se ha vuelto
tremenda”, continúa explicando el párroco de Alepo. “Pensemos en las personas
que han perdido las casas, en las personas que han tenido que emigrar, en las
personas que han sufrido la muerte, mutilaciones y en los centenares de miles
de personas que han sufrido estrés y traumas psicológicos que necesitan años
para recuperarse y restablecerse”.
Hablando
de la situación en Idlib, el padre Firas recuerda que "son tantas las
personas que por miedo viven allí cerca al acampamento de las tropas, escapan,
dejan sus casas, en fuga hacia una demora más segura y estable”. En Siria,
"antes de la guerra eran 23 millones de habitantes, y ahora son más o
menos la mitad, y todos han debido escapar, de una manera u otra. La situación
de los prófugos continua siendo la misma tanto en el Líbano como en Turquía y
también en Jordania. Si la guerra no cesa, si la paz no se logra lo antes
posible, ciertamente queda una herida abierta que necesita sanación”.
Federico
Piana - Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano
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