Pastoreo
nocturno
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Cada
noche, al terminar Completas, me encargo de “cerrar el torno”. Esta tarea
consiste en ir al torno (la portería) y comprobar que todo está en regla: que
no falte ninguna llave de los locutorios y que estén colgadas en su sitio, que
los distintos teléfonos estén puestos en sus bases y cargándose...
Si
la revisión sale bien, simplemente cierro la puerta del torno y, ¡hasta el día
siguiente! Pero, si falta algo... entonces me siento como el Buen Pastor: ¡a
buscar a la oveja perdida!
Después
de varios meses haciéndolo, la otra noche descubrí que no llego a contar las
llaves o los teléfonos: nada más pasar la puerta, ya sé si falta algo.
Parece
que me he hecho a que esté todo en su sitio, ¡y rápidamente me saltan a la
vista los huecos vacíos!
Es
como cuando miras un mosaico. Puede tener un dibujo precioso, pero, como falte
una piedrecita, ¿en qué se fija todo el mundo? ¡En el agujero!
Y,
si esto nos sucede a nosotros, ¡cuánto más al Señor!
Me
resulta delicioso imaginar a Cristo, cada noche, mirándonos uno a uno,
comprobando si estamos bien. Pero aún me parece más impresionante pensar que no
somos indiferentes para Él. No importa cuántos cristianos seamos, ¡Jesús solo
sabe contar hasta uno! Y, si faltas, lo primero que nota es tu hueco.
Quizá
tu labor sea callada y escondida, puede que no veas grandes cambios a tu
alrededor... pero, si cada mañana das la mano a Cristo, entonces formas parte
de algo mucho más grande y maravilloso. Tal vez te sientas como una pequeña
piedrecita, pero eres fundamental en nuestro mosaico.
Claro
que todos podemos despistarnos... Sin embargo, lo genial de que Cristo note
nuestra ausencia inmediatamente, ¡es que al instante sale a buscarnos! Y, de
nuevo, por uno, es capaz de todo.
Hoy
el reto del amor es llenar el hueco. Sí, en primer lugar, ¡el tuyo dentro del
mosaico del Señor! ¿Estás dispuesto a empezar un nuevo día con Él? Y, ahora, es
el momento de preguntar a Cristo si hay algún “hueco” en tu corazón: ¿cuánto
tiempo hace que no revisas con Él si hay algún amigo o familiar “lejos”? ¡Hoy
sal a su encuentro! Te invito a que escribas un mensaje a esa persona,
simplemente para preguntarle cómo está: ¡que sienta que su presencia es
importante para ti! ¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma