El
Papa saluda a 400 miembros de la Asociación Italiana de Museos Eclesiásticos y
les invita a consultar la Exhortación Gaudete et exsultate, “porque los museos
eclesiásticos también son una resonancia de la santidad del Pueblo de Dios”
Escultor Alessandro Romano, arte sacra. |
En
la mañana del 24 de mayo el Papa Francisco saludó en la Sala Clementina del
Vaticano a 400 miembros de la Asociación Italiana de Museos Eclesiásticos, que
tiene como misión servir en los museos de diócesis o institutos religiosos en
Italia y entregó a la Presidenta su discurso, preparado para la ocasión.
En
el discurso, el Papa habla de los museos Eclesiásticos, asegurando que tienen
la misión de “documentar visiblemente el camino tomado por la Iglesia a lo
largo de los siglos en adoración, catequesis, cultura y caridad” y además, por
su propia naturaleza, “están llamados a fomentar el encuentro y el diálogo en
la comunidad territorial”. En este sentido, se lee en el texto, “es normal
colaborar con museos de otras comunidades religiosas” porque las obras de arte
y la memoria de diferentes tradiciones y estilos de vida “hablan de esa
humanidad que nos hace hermanos y hermanas”.
El
Papa también escribe en su discurso que el patrimonio histórico, artístico y
cultural, está, al igual que el patrimonio natural, “amenazado” y ante esta
amenaza exhorta a “integrar la historia, la cultura y la arquitectura de un
lugar particular, salvaguardando su identidad original, haciendo que el
lenguaje técnico dialogue con el lenguaje popular”. Es por este motivo –
expresa en el documento – que es “esencial” que el museo mantenga “buenas
relaciones con el territorio en el que se inserta”.
También
habla de la importancia de los museos en la vida de las personas, siendo una
oportunidad de intercambio entre las personas y para crear comunidades. “En los
grandes centros se propone como oferta cultural y representación de la historia
de ese lugar. En las ciudades pequeñas apoya la conciencia de una identidad que
hace que uno se sienta como en casa” asegura el Papa en su discurso.
Por
último, asegura que todo el mundo tiene derecho a una cultura hermosa, y
especialmente los más pobres y los últimos, que deben disfrutarla como un
regalo de Dios y los invita a consultar la Exhortación Gaudete et exsultate,
porque se trata de un documento que “les concierne de una manera particular” –
asegura – “porque los museos eclesiásticos también son una resonancia de la
santidad del Pueblo de Dios”.
Mireia
Bonilla – Ciudad del Vaticano
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