Ellos, los protagonistas
del encuentro, han expuesto ante el Papa sus testimonios e inquietudes
El
Papa tiene un encuentro ecuménico e interreligioso con los jóvenes en la
capital de Macedonia y les invita soñar y no seguir a la “diosa lamentación”,
porque los sueños más bellos se conquistan con esperanza, paciencia y empeño,
renunciando a las prisas.
El
Papa Francisco sigue de Viaje Apostólico a Macedonia del Norte. Entre sus
encuentros destaca el que ha mantenido esta tarde con los jóvenes en el Centro
Pastoral Skopie, marcado por una fuerte interactividad entre el Santo Padre y
los adolescentes. Ellos, los protagonistas del encuentro, han expuesto ante el
Papa sus testimonios e inquietudes; el Papa, por su parte, les ha escuchado y
contestado personalmente.
El riesgo de seguir a la
“diosa lamentación”
Ante
la pregunta de una joven: «¿Sueño demasiado?», el Santo Padre ha expresado a
todos los jóvenes que “nunca se sueña demasiado” y que uno de los principales
problemas de la actualidad y de tantos jóvenes es que han perdido la capacidad
de soñar: “Ni mucho ni poco, no sueñan; y cuando una persona no sueña, cuando
un joven no sueña, ese espacio es ocupado por el lamento y la resignación” y
esto – ha puntualizado – “lo dejamos para aquellos que siguen a la “diosa
lamentación” y la cual es un engaño porque “te hace tomar la senda equivocada”.
Además, el Papa les ha pedido “no darse por vencidos”, aun cuando todo parece
“paralizado y estancado” o “cuando los problemas personales nos inquietan y los
malestares sociales no encuentran las debidas respuestas”.
Y
predicando con el ejemplo, Francisco ha recordado uno de sus sueños que se hizo
realidad: “Hace unos meses, con un amigo, el Gran Imán de Al-Azhar Ahmad
Al-Tayyeb, también tuvimos un sueño muy parecido al tuyo que nos llevó a querer
comprometernos y firmar juntos un documento que dice que la fe nos tiene que
mover a los creyentes a ver en los otros a un hermano que debemos sostener y
amar, y no dejarnos manipular por intereses mezquinos”.
Convertirse en artesano de
esperanza te da adrenalina
El
Papa también ha asegurado que la manera más hermosa de ser joven es “vivir una
buena aventura” y que la mayor adrenalina que pueden tener es “empeñarse todos
los días, con dedicación, en ser artesanos de sueños, artesanos de esperanza”
porque – ha señalado – “los sueños nos ayudan a mantener viva la certeza
de saber que otro mundo es posible y que estamos invitados a involucrarnos y
formar parte de él con nuestro trabajo, con nuestro compromiso y acción”. Y
para ser más claro, ha puesto el ejemplo de los “artesanos escultores”: “Es
necesario ser como esos artistas y convertirnos en buenos escultores de los
propios sueños. Un escultor toma la piedra en sus manos y lentamente comienza a
darle forma y a transformarla, con dedicación y esfuerzo, y sobre todo con
muchas ganas de ver cómo esa piedra, por la que nadie daría nada, se convierte
en una hermosa obra de arte”.
No tener miedo a arriesgar
sino a vivir paralizados
Durante
su discurso, Su Santidad también les ha invitado a “no tener miedo de apostar”,
tampoco de “cometer errores” y ha “no paralizarse por inseguridad” porque de lo
único que se debe tener miedo es de “vivir paralizados, como muertos en vida,
convertidos en seres que no viven porque no quieren arriesgar, porque no
perseveran en sus empeños o porque tienen temor a equivocarse.”
“Aun
si te equivocas – ha exclamado – siempre podrás levantar la cabeza y volver a
empezar, porque nadie tiene derecho a robarte la esperanza”.
Seguir el ejemplo de Madre
Teresa
“Pensad
en Madre Teresa. Cuando vivía aquí no se imaginaba cómo sería su vida, pero no
dejó de soñar y de esforzarse por descubrir siempre el rostro de su gran amor,
Jesús, en todos aquellos que estaban al borde del camino. Ella soñó a lo grande
y por eso también amó a lo grande”. Otra de las invitaciones del Papa a los jóvenes
en Skopie ha sido la de seguir el ejemplo de Madre Teresa asegurando que aunque
a veces encontrarán muchos imprevistos “es importante que los afrontéis y
busquéis con creatividad transformarlos en una oportunidad” pero “nunca solos”
porque – ha expresado – nadie puede pelear solo: “¡Qué importante es soñar
juntos! Como hacéis hoy aquí, todos unidos, sin barreras. Por favor, soñad
juntos, no solos; con los demás, nunca contra los demás. Solos se corre el
riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sueños se
construyen juntos”.
El “cara a cara” es lo que
realmente nos conecta
Seguidamente,
Francisco les ha dado algunos sabios consejos. El primero, que experimenten el
“cara a cara”: “Hemos entrado en la era de las conexiones, pero poco sabemos de
comunicaciones. Muy conectados y poco involucrados los unos con los otros”. En
segundo: involucrarse: “la vida pide involucrarse, exige estar y compartir
momentos buenos… y no tan buenos”. El tercero: “escuchar y escucharnos”.
Agarrarse a las raíces de
nuestra historia
Por
último, hablando del “cara a cara”, les ha pedido compartirlo especialmente
“con sus abuelos” porque ellos son “las raíces de vuestra historia, de vuestro
pueblo y de vuestras familias” ha afirmado el Papa. “Debéis aferraros a las
raíces para tomar el jugo que hará que el árbol crezca y dé flores y frutos,
pero siempre desde las raíces” – ha continuado – pero nunca “enterrarse con las
raíces”. Al final, su invitación final a “escuchar las raíces” para avanzar en
la vida.
Mireia
Bonilla – Ciudad del Vaticano
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